El Nuevo Herald
Jul. 01, 2002

Los servicios de salud al borde del colapso

  CASTO OCANDO
  Especial para El Nuevo Herald

  Vendido como la joya de la corona de la revolución castrista, el sistema de salud de Cuba, que bajo la promesa de curaciones casi milagrosas atrae cada año a miles de pacientes internacionales, está sin embargo al borde del colapso operativo, reveló una investigación dada a conocer ayer en Miami.

  Los resultados del informe, que incluyó entrevistas a más de 300 médicos, fueron presentados durante la inauguración de la Convención Médica Cubano Americana, en el Fontainebleau Hilton de Miami Beach. El cónclave, que concluye hoy, reúne anualmente a los más prominentes galenos cubanos en el exilio.

  El estudio, que reunió información abundante durante más de cinco años sobre el sistema sanitario en Cuba, muestra por primera vez la situación crítica de los 284
  hospitales de la isla, que encaran condiciones ``extremadamente deficientes''.

  ''Cuba es un crispante cuadro de falta de higiene y de epidemias en el país'', indica el informe, que describe la incidencia de enfermedades como tuberculosis, dengue, hepatitis y leptospirosis como comunes en la poblacion.

  ''Existe mucho disgusto y mucha frustración entre los 75,000 médicos que hay en la isla, que tienen que luchar contra el deplorable estado de las instalaciones médicas, con el poco respeto que existe por la profesión, y por el uso que hace de ellos el gobierno para extraer divisas de su trabajo a cambio de pagos miserables'', dijo el doctor Alfredo Melgar, conductor de la investigación.

  Deficiencia en los servicios, mal funcionamiento y falta de higiene, daños estructurales por filtraciones, baños sin puerta ni agua, sanitarios tapados, y hasta plaga de
  roedores, son parte del rosario de dificultades.

  La situación en las cárceles es descrita como de ''tortura médica'', pues los enfermos no reciben atención, y son obligados a compartir medicamentos y hasta jeringuillas.

  También se señalan graves deficiencias en la atención a los pacientes, y un alto número de complicaciones debido a la ``falta de esterilización correcta del material
  quirúrgico''.

  La situación es más delicada en los hospitales de La Habana, Pinar del Río y Camagüey, pero también hay graves problemas en Matanzas, Cienfuegos, Santa Clara, Ciego de Avila, Las Tunas y Holguín.

  ''Hay que llamar especialmente la atención sobre las altas cifras de suicidio, alcoholismo, sida y enfermedades de transmisión sexual, que se han disparado'', dijo Melgar.

  Aunque un paciente internacional tiene que pagar $2,800 por un diagnóstico, y $6,000 mensuales para una atención más prolongada, los tratamientos ofrecidos como de ''avanzada'' en realidad han resultado un fracaso, precisó Melgar, que conoció de primera mano el llamado turismo de salud en Cuba antes de exiliarse en Miami hace un lustro.

  ''Tal es el caso del uso de tejidos fetales para tratar el Mal de Parkinson. El fracaso de esta técnica, vendida como efectiva a nivel internacional, provocó la renuncia de un grupo de neurocirujanos del Centro Internacional de Restauración Neurológica por estar en contra de una técnica que no daba resultados. Hasta devolvieron sus títulos'', agregó Melgar.

  La salud en la isla está incluso, en muchos casos, por debajo del nivel que tenía antes de 1958, aseguró el doctor Virgilio Beato.

  ''Cuba tiene un crédito que no se merece a nivel mundial. Durante la república estábamos atrasados en 2 o 3 años con respecto al avance en Estados Unidos. Ahora la situación es totalmente distinta [el atraso es mucho mayor]'', dijo Beato en una ponencia que presentó ante decenas de sus colegas.

  ''Los servicios médicos y de salud en 1958 se encontraban a la par con los mejores de América y Europa'', señaló por su parte el doctor José Carro. Cifras en mano, Carro dijo que la relación cama-paciente es virtualmente la misma en 1958 que en la actualidad.