Reducirán la cuota de azúcar a la población
El gobierno asegura que en su lugar se ofrecerá más aceite
Agence France Presse
LA HABANA
Las autoridades cubanas anunciaron ayer martes que a partir de
septiembre la canasta básica que el Estado subvenciona para cada
ciudadano incluirá un cuarto de litro de aceite comestible, pero
se
reducirá en medio kilogramo de azúcar, "para mejorar el estado
nutricional de la población''.
En un comunicado difundido en la prensa se explicó que la medida
obedece al interés de disminuir el consumo de azúcar per
cápita,
que se encuentra entre los más altos del mundo, y aumentar los
niveles de grasas en la dieta, que actualmente ``es bajo'', según
el
informe.
La canasta básica, distribuida por una cartilla de racionamiento
a
precios subsidiados para todos los habitantes de la isla, incluye
granos, azúcares, artículos de aseo, carnes y otros productos.
Pero desde que comenzó la crisis económica a principios de
los
años '90, la canasta se contrajo en número de artículos,
cantidad y
periodicidad de éstos. Desde que la economía comenzó
una lenta
recuperación en 1995, la canasta comenzó a recuperarse, ``aunque
todavía no se logra cumplir mensualmente con todos los productos
normados'', se admitió en el comunicado oficial.
Antes de la crisis, originada por la caída del bloque soviético
y el
embargo estadounidense, se incluía entre los productos subsidiados
medio kilo de grasa animal e igual cantidad de vegetal, pero al
derrumbarse la economía la grasa animal desapareció y la
vegetal
sólo se distribuye de forma ocasional.
Esa situación obliga a los cubanos a comprar el aceite en el
mercado en divisas, con precios que no están al alcance de todos.
Se estima que alrededor de un 40 por ciento de la población de la
isla no tiene acceso al dólar.
Por el contrario, el azúcar ha sido uno de los productos cuya
distribución subsidiada se pudo mantener sin variantes, con una
cuota mensual de tres kilogramos.
La compra de aceite que se entregará a la población se hará
con las
divisas que genere la venta del azúcar que se desviará del
mercado
subsidiado.
Las grasas favorecen la asimilación de energéticos como las
vitaminas A,D,E y K.
A fines de 1992 se desató en Cuba una epidemia de neuropatías
que
afectó a más de 50,000 personas, fundamentalmente en la zona
occidental de la isla, según informes de la época, debido
en parte al
desequilibrio dietético de la población, que mantenía
un alto
consumo de azúcares y pocas grasas.
Un programa nacional, que incluyó la entrega de complejos
vitamínicos, logró contener la epidemia y reducirla al mínimo
a partir
de 1997.