En Miami la bandera que hizaron en Cuba en 1902
CHARLES COTAYO
Especial para El Nuevo Herald
En una logia masónica de La Pequeña Habana fue exhibida
por primera
vez fuera de Cuba la bandera que, según su propietario,
ondeó en el
Castillo del Morro los días 20 de mayo antes de la caída
del presidente
Gerardo Machado.
La odisea de la bandera desde el Morro hasta la Respetable Logia
Mártires de La Cabaña en el exilio es una aventura
llena de riesgo,
misterio y pasión.
La historia que cuenta Armando Bobillo, actual propietario de
la
bandera, comienza en 1933, cuando Cuba estaba sacudida por luchas
internas contra el gobierno de Machado.
Escaramuzas en la toma del Hotel Nacional, situado frente a la
bahía de
La Habana, crearon incertidumbre sobre la seguridad de la bandera
en la
fortaleza colonial, que se encuentra a la entrada de la bahía.
Según Bobillo, su padre, Juan Bautista Bobillo Casanova,
que era masón
y miembro de fuerzas que lucharon contra Machado, fue al rescate
de la
bandera en el Morro. Allí, el novio de su hija Emelina
Francisca, Arturo
Inocencio Menduiña, farero y custodio de todas las banderas
de la
fortaleza, entregó a su futuro suegro la enseña
nacional para prevenir que
fuera destruida.
Luego, Bobillo Casanova fue perseguido por la Porra de Machado
y
temió nuevamente por la suerte de la bandera. Regresó
al Morro y se la
devolvió a Menduiña.
Finalmente Menduiña logró sacarla secretamente de
la fortaleza y se la
dio a la madre de su novia, Candelaria Acosta Pérez, en
el pueblo de
Casa Blanca, al otro lado de la bahía capitalina, para
que la guardara.
Menduiña y Emelina Francisca se casaron más tarde
y conservaron la
bandera. Con el tiempo Menduiña pasó a ser jefe
del Morro, cargo que
su propio padre había ocupado, y tal vez por ese motivo
nunca se
investigó la desaparición de la bandera.
``Mi padre y mi cuñado, como masones, fueron al rescate
de ella para
que no fuera destruida, arriesgando sus vidas'', dijo Bobillo.
``La
bandera se guardó secretamente porque en esos tiempos
existían los
problemas de grupos que querían coger poder, el gangsterismo,
los
golpes de estado, gobiernos que duraban 24 horas... La bandera
es un
tesoro que no podía caer en manos inescrupulosas''.
La bandera, que yacía doblada en forma triangular en una
maleta, fue
resucitada en Mártires de La Cabaña como una reliquia
sagrada. Fue
extendida delante de un público fraternal por el Venerable
Hermano,
Fernando Casanova, Gran Maestro de la Respetable Logia José
Manuel
Avila Acosta, y por Bobillo.
``Nosotros, los masones, le damos una importancia marcada a la
patria'',
afirmó Guillermo Calvo, Gran Maestro de la Gran Logia
Unida de Las
Antillas, al comienzo de la ceremonia celebrada el pasado 25
de junio
para mostrar la bandera.
La enseña, hecha en lino, mide 8'8'' de largo por 4'2 1/2''
de ancho. Sus
colores --rojo y azul-- están desvaídos, pero no
han perdido su tono.
Sólo la blanca estrella solitaria está manchada,
tal vez por la humedad.
Esta bandera, afirmó Bobillo, es una de tres idénticas.
La primera, se
especula que fue firmada por generales del ejército mambí
y puede estar
en el Museo de La Habana. Se cree que la segunda fue obsequiada
al
general estadounidense Leonard Wood, gobernador de Cuba durante
los breves años de transición entre el fin del
dominio español y la
instauración de la república. El paradero de ésta
se desconoce. La
tercera es la que Bobillo posee, según dijo. Tiene un
cuño militar y un
número 3, añadió.
Menduiña murió en Cuba en 1974. Diez años
más tarde, su esposa,
Emelina Francisca, emigró a Venezuela con su familia.
``No sé cómo mi madre pudo sacar la bandera de Cuba,''
confesó
Emelina Menduiña, hija del matrimonio y residente de Hialeah.
``Cuando
llegamos a Venezuela, ella me preguntó que si una pequeña
estatua de la
Santa Bárbara estaba dentro de su maleta. Cuando abrí
la maleta, vi la
bandera. Me puse muy contenta, porque era un recuerdo importante
de
mi padre y de mi abuelo''.
Emelina Francisca falleció en Estados Unidos hace cuatro
años, dejando
la bandera en manos de su hija. Hace 10 meses, en una conversación
familiar, surgió el tema de la bandera misteriosa.
``Al ver el cuño militar, le expliqué a mi sobrina
por qué [la bandera]
siempre estaba escondida'', dijo Bobillo. ``Por mi conocimiento
de su
historia, mi sobrina traspasó la bandera a mis manos para
que yo hiciera
con ella todo lo necesario para su conservación''.
Bobillo contactó inmediatamente a Casanova, su amigo de muchos años.
``Decidí que el hermano Casanova también fuera guardián
de la bandera,
porque es masón como mi padre'', dijo Bobillo.
Casanova considera la bandera una ``joya''. Su deseo es que todos
los
cubanos sepan que existe.
``La bandera siempre ha tenido un custodio masónico'',
dijo Casanova.
``Eso fue lo que ocasionó que se hiciera presencia de
ella en un acto
masónico llamado Tenida Blanca, donde familiares y amigos
que no son
masones pueden participar en los actos de la logia. Hasta ahora
la
bandera ha sido un secreto. Después de este acto vamos
a planificar qué
es lo que vamos hacer con ella con respecto a su exhibición''.
Casanova y Bobillo indicaron que están interesados en consultar
a
expertos que puedan certificar la integridad histórica
de la bandera.
``Sé que la bandera es auténtica porque conozco
su trascendencia, pero
quiero que el público también esté seguro
de ella'', dijo Bobillo.
Miguel Bretos, asesor de la Secretaría de Asuntos Comunitarios
y
Proyectos Especiales de la Institución Smithsonian en
Washington, D.C.,
declaró durante una entrevista telefónica que está
muy emocionado ante
el posible ``descubrimiento de esta importante reliquia cubana''.
Bretos
espera ver la bandera durante un viaje a Miami este mes.
``Lo importante es que existe una tradición oral fehaciente
acerca de la
bandera'', dijo Bretos. ``Quedan dos fuentes que cerrarían
el caso de la
autenticidad de la bandera. Lo primero sería comparar
las características
físicas del objeto con las de las otras banderas que se
suponen parte de
la serie, y [luego] consultar las fuentes documentales del momento''.
Casanova expresó que, idealmente, la bandera debe ser custodiada
siempre por los masones por el recorrido que ha tenido en estos
últimos
65 años, y porque su diseño enlaza símbolos
masónicos y patrióticos. El
general venezolano Narciso López, que luchó por
la independencia de
Cuba, fue quien la diseñó.
Las tres franjas azules representan ciencia, virtud y belleza.
Las dos
franjas blancas, pureza y justicia. El triángulo rojo
es símbolo de la
democracia. La estrella solitaria es una insignia de la independencia.
``Este evento tiene un significado profundo'', declaró
el comisionado del
Condado de Miami-Dade Bruno A. Barreiro, quien participó
en la
ceremonia de presentación de la bandera. ``Nuestra comunidad
se siente
honrada de que hemos tenido la oportunidad de enseñar
la bandera junto
a amistades, relaciones y líderes comunitarios''.
Su hermano Gustavo Barreiro, aspirante a la Cámara de Representantes
estatal, también expresó su apoyo.
``Es muy importante que jóvenes --hijos de cubanos-- sigan
los pasos de
nuestros padres y conozcan nuestra historia para poder continuar
luchando por la liberación de Cuba''.
Martha Gutiérrez-Steinkamp, directora interina del Museo
Cubano de
las Américas de la Universidad de Barry, ofreció
sugerencias para
proteger la bandera.
``Comprendo muy bien el entusiasmo y el orgullo de querer compartir
con la comunidad algo tan importante'', dijo Gutiérrez-Steinkamp.
``Pero
es vital tomar las precauciones necesarias para prevenir el deterioro.
Los
conservadores de textiles nos han alertado sobre el hecho de
que la luz,
natural o artificial, es uno de los peores enemigos de los textiles
de cierta
edad''.
``Además, la humedad o una temperatura inestable causa
daños
también'', agregó.
El consenso de los masones cubanos sobre el ambiente ideal para
la
bandera del 20 de mayo lo iluminó Calvo al final de la
Tenida Blanca.
``Esta bandera representa todo el esfuerzo, todo el sentimiento
de cada
uno de los cubanos que están aquí en este momento.
Nosotros
solamente hemos querido darla a conocer para que los exiliados
en el sur
de la Florida sepan que esta bandera existe en tierra de libertad
y que
quizás pueda surgir el sentimiento necesario para que
no se quede aquí y
pueda ocupar el lugar de donde vino: en El Morro, en una Cuba
libre y
soberana, para el disfrute de todos los cubanos''.