PABLO ALFONSO
El Nuevo Herald
Roberto Rodríguez Aragón, presidente de la Junta
Patriótica Cubana
(JPC), afirmó que esa organización rechaza cualquier
negociación con
Fidel Castro y está dando su respaldo a acciones subversivas
dentro de
Cuba para provocar un cambio político en la isla.
Rodríguez, de 72 años de edad, fue electo de 1954
a 1958 como
representante a la Cámara por el Partido Acción
Progresista (PAP), que
apoyó al gobernante Fulgencio Batista. En mayo de 1959,
pocos meses
después del triunfo revolucionario, salió al exilio
tras asilarse en la
embajada de Honduras en La Habana.
En Miami, militó en la década de 1960, en los Comandos
de Acción de
la Alianza para la libertad de Cuba, que dirigía el ex
general Generoso
Campos Marqueti. En 1994 fue electo presidente de la JPC y reelecto
nuevamente en 1996.
La JPC está integrada por 42 organizaciones, además
de los Municipios
de Cuba en el Exilio que forman un total de 156 organizaciones,
según
Rodríguez. Estas organizaciones, explicó, no pertenecen
a ninguna otra
coalición o ``sombrilla'' de grupos exiliados.
Estos son los puntos de vista expresados por Rodríguez
durante una
entrevista con El Nuevo Herald:
El Nuevo Herald: ¿Cuál es la estrategia de la JPC
para lograr un cambio
político en Cuba?
Roberto Rodríguez Aragón: Nosotros estamos convencidos
de que a
Fidel Castro hay que derrotarlo, no por la vía pacífica,
ni por la
mediación porque él no acepta nada de eso. Y por
eso estamos
apoyando, intrínsecamente, a la oposición dentro
de Cuba.
Debido a que, por las persecuciones que hay en los Estados Unidos
(y
por ese motivo hay ya más de ocho cubanos cumpliendo condena)
y por
la cobardía de los países de América que
nunca nos han querido,
después del pacto Kenneddy-Kruschev, dar ayuda para desde
su
territorio organizar las acciones necesarias, hemos llegado a
la conclusión
de que el derrocamiento del castrato está dentro de Cuba,
y hay que
apoyar con todas nuestras fuerzas a los que están luchando
allí para
lograr eso.
ENH: ¿Ustedes creen que hay oposición organizada
dentro de Cuba
haciendo actos violentos para derrocar al gobierno?
RRA: Sin duda que sí, que los están haciendo.
ENH: ¿Podría citar algunos?
RRA: Bueno, no te puedo dar ejemplos porque sería contraproducente.
ENH: ¿Y cómo se sabe que los están haciendo?
RRA: Es imposible. Por una parte está la censura
de la prensa escrita,
radio y televisión que impide publicar nada de eso; y
los periodistas
independientes tienen que cuidarse mucho de lo que ellos dicen,
y a su
vez cuidar a los que están realizando esas acciones.
El problema es hacer y no hablar.
ENH: ¿Puede decir, al menos, en qué consisten esas acciones?
RRA: En Cuba cuando hay más de dos que hacen una
acción ya están
al descubierto. O sea, que son acciones individuales, que no
hay que
pedirle permiso a nadie que las quiera hacer, ni orientación
y cada uno
utiliza su imaginación.
ENH: ¿Y cómo pueden apoyar esas acciones
ustedes, si son iniciativas
individuales?
RRA: Porque tenemos los contactos dentro de Cuba y sabemos
quiénes son esas personas que las pueden hacer. La JPC
en los últimos
tres años ha desarrollado una labor que le ha permitido
saber quiénes
son los que verdaderamente están dispuestos, a riesgo
de sus propias
vidas, a lograr la libertad de Cuba.
ENH: ¿Ustedes no creen que en Cuba pueden ocurrir
cambios por
otras vías, digamos el diálogo y la negociación?
RRA: No existe. Porque hay que conocer al personaje, a
Fidel Castro,
que es él, él y sólo él. Y además,
él mismo lo ha dicho, no se esconde
para decirlo. Con él no hay solución. Los que han
creido de buena fe
que puede haber una posible solución con este tipo, no
se por qué
motivos se han dejado arrastrar por esa corriente del diálogo.
Esa
palabra no existe en el idioma de Fidel Castro.
ENH: Algunos opinan que hay un cierto agotamiento o cansancio
de los
grupos beligerantes del exilio. ¿Qué piensa de
eso?
RRA: Yo no coincido con eso. Creo que el exilio está
muy vigente en
sus posiciones beligerantes. El problema es el siguiente: el
almanaque es
nuestro peor enemigo. Y muchos connotados dirigentes, han muerto
o ya
están pasados de la edad que les permite una movilización
adecuada.
Sin embargo, hay una nueva generación de relevo. Muchachos
jóvenes
que están muy activos, que conocen muy bien la problemática
de Cuba,
a pesar de que muchos de ellos nacieron en el exilio.
ENH: ¿Pero esa nueva generación también tiene actitudes beligerantes?
RRA: Sin duda. Ellos están luchando arduamente por
la libertad de
Cuba en diferentes organizaciones.
Copyright © 1998 El Nuevo Herald