El Nuevo Herald
Novmeber 5, 1998
 
`A Castro hay que derrotarlo, no por la vía pacífica'

 PABLO ALFONSO
 El Nuevo Herald

 Roberto Rodríguez Aragón, presidente de la Junta Patriótica Cubana
 (JPC), afirmó que esa organización rechaza cualquier negociación con
 Fidel Castro y está dando su respaldo a acciones subversivas dentro de
 Cuba para provocar un cambio político en la isla.

 Rodríguez, de 72 años de edad, fue electo de 1954 a 1958 como
 representante a la Cámara por el Partido Acción Progresista (PAP), que
 apoyó al gobernante Fulgencio Batista. En mayo de 1959, pocos meses
 después del triunfo revolucionario, salió al exilio tras asilarse en la
 embajada de Honduras en La Habana.

 En Miami, militó en la década de 1960, en los Comandos de Acción de
 la Alianza para la libertad de Cuba, que dirigía el ex general Generoso
 Campos Marqueti. En 1994 fue electo presidente de la JPC y reelecto
 nuevamente en 1996.

 La JPC está integrada por 42 organizaciones, además de los Municipios
 de Cuba en el Exilio que forman un total de 156 organizaciones, según
 Rodríguez. Estas organizaciones, explicó, no pertenecen a ninguna otra
 coalición o ``sombrilla'' de grupos exiliados.

 Estos son los puntos de vista expresados por Rodríguez durante una
 entrevista con El Nuevo Herald:

 El Nuevo Herald: ¿Cuál es la estrategia de la JPC para lograr un cambio
 político en Cuba?

 Roberto Rodríguez Aragón: Nosotros estamos convencidos de que a
 Fidel Castro hay que derrotarlo, no por la vía pacífica, ni por la
 mediación porque él no acepta nada de eso. Y por eso estamos
 apoyando, intrínsecamente, a la oposición dentro de Cuba.

 Debido a que, por las persecuciones que hay en los Estados Unidos (y
 por ese motivo hay ya más de ocho cubanos cumpliendo condena) y por
 la cobardía de los países de América que nunca nos han querido,
 después del pacto Kenneddy-Kruschev, dar ayuda para desde su
 territorio organizar las acciones necesarias, hemos llegado a la conclusión
 de que el derrocamiento del castrato está dentro de Cuba, y hay que
 apoyar con todas nuestras fuerzas a los que están luchando allí para
 lograr eso.

 ENH: ¿Ustedes creen que hay oposición organizada dentro de Cuba
 haciendo actos violentos para derrocar al gobierno?

 RRA: Sin duda que sí, que los están haciendo.

 ENH: ¿Podría citar algunos?

 RRA: Bueno, no te puedo dar ejemplos porque sería contraproducente.

 ENH: ¿Y cómo se sabe que los están haciendo?

 RRA: Es imposible. Por una parte está la censura de la prensa escrita,
 radio y televisión que impide publicar nada de eso; y los periodistas
 independientes tienen que cuidarse mucho de lo que ellos dicen, y a su
 vez cuidar a los que están realizando esas acciones.

 El problema es hacer y no hablar.

 ENH: ¿Puede decir, al menos, en qué consisten esas acciones?

 RRA: En Cuba cuando hay más de dos que hacen una acción ya están
 al descubierto. O sea, que son acciones individuales, que no hay que
 pedirle permiso a nadie que las quiera hacer, ni orientación y cada uno
 utiliza su imaginación.

 ENH: ¿Y cómo pueden apoyar esas acciones ustedes, si son iniciativas
 individuales?

 RRA: Porque tenemos los contactos dentro de Cuba y sabemos
 quiénes son esas personas que las pueden hacer. La JPC en los últimos
 tres años ha desarrollado una labor que le ha permitido saber quiénes
 son los que verdaderamente están dispuestos, a riesgo de sus propias
 vidas, a lograr la libertad de Cuba.

 ENH: ¿Ustedes no creen que en Cuba pueden ocurrir cambios por
 otras vías, digamos el diálogo y la negociación?

 RRA: No existe. Porque hay que conocer al personaje, a Fidel Castro,
 que es él, él y sólo él. Y además, él mismo lo ha dicho, no se esconde
 para decirlo. Con él no hay solución. Los que han creido de buena fe
 que puede haber una posible solución con este tipo, no se por qué
 motivos se han dejado arrastrar por esa corriente del diálogo. Esa
 palabra no existe en el idioma de Fidel Castro.

 ENH: Algunos opinan que hay un cierto agotamiento o cansancio de los
 grupos beligerantes del exilio. ¿Qué piensa de eso?

 RRA: Yo no coincido con eso. Creo que el exilio está muy vigente en
 sus posiciones beligerantes. El problema es el siguiente: el almanaque es
 nuestro peor enemigo. Y muchos connotados dirigentes, han muerto o ya
 están pasados de la edad que les permite una movilización adecuada.

 Sin embargo, hay una nueva generación de relevo. Muchachos jóvenes
 que están muy activos, que conocen muy bien la problemática de Cuba,
 a pesar de que muchos de ellos nacieron en el exilio.

 ENH: ¿Pero esa nueva generación también tiene actitudes beligerantes?

 RRA: Sin duda. Ellos están luchando arduamente por la libertad de
 Cuba en diferentes organizaciones.
 

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