ALADI acepta a Cuba como miembro
NATALIA AGUADO LEON
Especial para El Nuevo Herald
El Consejo de Ministros de la Asociación Latinoamericana
de
Integración (ALADI) aceptó la incorporación
de Cuba, en una decisión
que el embajador cubano en Uruguay, Manuel Aguilera de la Paz,
calificó de una nueva fisura al embargo económico
que mantiene Estados
Unidos contra el régimen de Fidel Castro.
Aguilera recordó que tras la exclusión del régimen
castrista de la
Organización de los Estados Americanos (OEA), la ALADI
es la tercera
institución interamericana a la que se incorpora su país
después de
contribuir a la fundación del Sistema Económico
Latinoamericano
(SELA) y a la Asociación de Estados del Caribe (AEC),
también con
fines integracionistas.
El diplomático dijo que la adhesión al Tratado de
Montevideo constituye
``un paso importante para la mayor participación directa
en la integración
latinoamericana'', significa que ``Cuba no quede aislada'', y
que pueda
aumentar su intercambio comercial y su cooperación científica
y técnica
con los países de ALADI.
Antonio Villamil, ex subsecretario de Comercio para Asuntos
Económicos de Estados Unidos y presidente de Washington
Economics
Group, Inc, dijo a El Nuevo Herald que ``la decisión de
aceptar por
unanimidad la entrada como miembro pleno de Cuba en la ALADI
complica las relaciones económicas y políticas
entre Estados Unidos y
las Américas''.
Villamil lamentó la decisión, ya que ``resulta increíble
que un país que
viola los derechos humanos y que asesina a ciudadanos de Estados
Unidos en aguas internacionales, sea admitido''.
De la misma forma se expresó Manuel Lasaga, presidente
de Stategic
Information Analysis, Inc., a El Nuevo Herald. ``Sorprende que
dejen
entrar a Cuba, país que no cumple los principios básicos
de
democracia'', dijo.
Sin embargo, para Eduardo Gamarra, director del Centro
Latinoamericano y del Caribe de la Universidad Internacional
de la
Florida, la inserción de Cuba ``es algo extremadamente
positivo porque
la impulsa hacia mayores mejoras económicas de mercado,
reformas
internas muy importantes''. Agregó que ``la mejor forma
de lograr un
cambio en Cuba es a través de la apertura''.
Cuba se convirtió en el duodécimo socio y el primero
de la región del
Caribe de la ALADI, organización integrada por Argentina,
Bolivia,
Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, México, Paraguay, Perú,
Uruguay y
Venezuela.
El gobierno de La Habana había solicitado su adhesión
al Tratado de
Montevideo de 1980, creador de la ALADI, el 17 de marzo pasado.
Cuba, que ya mantiene acuerdos bilaterales con los países
de ALADI,
tiene un comercio que entre 1989 y 1996 creció 41 por
ciento, pasando
de $552 millones a $780.7 millones. El total acumulado en los
ocho años
llega casi a los $4,435 millones de dólares, de los cuales
el 83 por ciento
corresponde a exportaciones y el 17 por ciento a importaciones.
Argentina, Brasil, México y Venezuela concentran con el
90 por ciento
virtualmente el intercambio con la isla comunista.
El principal socio cubano es México con $627.6 millones
de dólares,
Argentina con $589.9 millones, Brasil con $436.7 millones y Venezuela
con $383 millones.
``Este hecho se puede leer como el inicio de fin del bloqueo'',
dijo el
editor de la sección de Economía del diario uruguayo
El Observador,
Alejandro Nogueira. ``Es interesante que Cuba haya podido hacer
esto,
ya que significa que ha permitido un ajuste interno en su economía
que le
ha permitido cumplir los requisitos para la integración'',
señaló.
Si bien la firma de este acuerdo no tendrá efectos económicos
inmediatos, Nogueira consideró que ``se abre la posibilidad
de
intensificar el comercio regional y de abrir nuevos acuerdos
entre Cuba y
otros países''.
Este artículo se completó con informes del periodista
Javier Lyonnet y
servicios cablegráficos de El Nuevo Herald.