Costarricenses escépticos tras primer año de gobierno de Rodríguez
SAN JOSE - - Sin avances sustanciales en ninguna de sus áreas de
acción,
aunque con relativa estabilidad económica, el presidente Miguel
Angel Rodríguez
cumple este sábado su primer año al frente del gobierno de
Costa Rica en medio
de un escepticismo /generalizado, según coinciden analistas y ciudadanos.
La sensación de una estabilidad sin mayores cambios fue expuesta
por el diario
La Nación que consultó a observadores y gente común,
quienes, con diferentes
matices, reconocieron la estabilidad económica, la ambigüedad
en la política
social y las dificultades en la conducción política que impidieron
a Rodríguez
exhibir logros de fondo en su primer año de gestión.
En febrero de 1998, Rodríguez (socialcristiano, derecha) ganó
las elecciones con
apenas una ventaja del 2,3% sobre su principal rival, José Miguel
Corrales
(socialdemócrata, centro) y urgía maniobrar con sumo cuidado
para impulsar las
principales reformas que formaban su plan de gobierno. Entre ellas la apertura
en
los mercados de telecomunicaciones y seguros.
En su primer año, el mandatario convocó a un foro nacional
de concertación,
enfrentó a quienes se oponían a sus proyectos en energía
y telecomunicaciones, se
mantuvo firme en una directriz para limitar la expansión del crédito
bancario,
perdió la calma al llamar "filibusteros" a quienes se oponían
a sus criterios, aunque
finalmente retomó un lenguaje conciliador en procura de facilitar
la difícil relación
con el Congreso.
También vio deteriorarse su popularidad al aumentarse el salario en un 171%.
El foro de concertación, al que acudieron representantes de unas
30
organizaciones, concluyó con 150 acuerdos que se tradujeron en seis
proyectos
de ley, de los cuales ninguno fue aprobado todavía por la Asamblea
Legislativa.
Grupos sindicales y representantes de los partidos Liberación Nacional
(PLN, el
mayor de oposición) y de otros minoritarios, atacaron al gobierno
por haber
"manoseado" las iniciativas salidas de la concertación para ajustarlas
a sus deseos.
"El mayor escollo fue que no se aprobaron los proyectos que surgieron como
fruto del proceso de concertación", reconoció Rodríguez
el pasado 9 de abril al
hacer un balance de su primer año.
"Nos confiamos demasiado pensando que los íbamos a lograr y creyendo
que
existía conciencia nacional de las verdaderas necesidades que tiene
el país",
añadió el gobernante en esa oportunidad.
Pese a ello, Rodríguez insiste en haber hecho bien las cosas. "Hoy
puedo
informarles que nuestro país está avanzando por el camino
correcto, aún cuando
queda mucho trecho por recorrer", dijo el pasado 1 de mayo en su informe
anual
ante la Asamblea Legislativa.
Según explicó, la economía creció el 6,2%,
la producción agrícola aumentó un
5,3%, las exportaciones 30%, hubo 73.000 nuevos empleos, los salarios
crecieron un 18%, la pobreza se redujo a un 19,7%, y la mortalidad infantil
bajó a
un 12,6 por 1.000.
Para el secretario general del PLN, Rolando González, Rodríguez
"ha defraudado
al pueblo costarricense al olvidarse de las 1.300 promesas que hizo en
la
campaña electoral, no tener definición de lo que quiere o
puede hacer, y usar los
logros y resultados de la administración de José María
Figueres (1994-98) como
si fueran propias".
El economista Helio Fallas opinó que una de las principales fallas
es que el
Gobierno no estableció una política clara y concreta para
enfrentar la pobreza, en
tanto que Luis Garita, ex rector de la Universidad de Costa Rica (estatal)
sostuvo
que la gestión ha sido consistente en lo económico, confusa
en lo social mientras
que en lo político apenas "está por verse".
Frente a ellos, Ingerman Aguilar, madre de tres niños que vive en
precariamente al
oeste de la capital, declaró que "las cosas siguen igual y van para
peor, todo sube
y nada baja. Sólo bajan (los precios de) los carros y la gasolina
y una no necesita
que eso baje, lo que una necesita es que baje la comida. Rodríguez
prometió
muchas cosas y no ha cumplido nada".