El Nuevo Herald
September 28, 1998
 
Conquista de México aún está inédita

 ELDA MACEDA

 --De la redacción de Reforma

 México -- ``Hemos de darnos cuenta de que la conquista de México
 suscitó un gran número de memorias, y que si somos serios en cuanto a
 la historia de este gran país, alguien debería tratar de copiar y publicar
 todos los testimonios no publicados, que incluyen siete testimonios del
 propio Hernán Cortés'', aseguró el historiador británico sir Hugh
 Thomas, en el inicio del ciclo ``Cinco miradas británicas a la historia de
 México'', en el auditorio Jaime Torres Bodet, del Museo Nacional de
 Antropología.

 El autor de La conquista de México, investigación publicada en 1993,
 recordó que entre las 500 personas que fueron a la Nueva España en
 1519 con Hernán Cortés, 140 hicieron alguna declaración del tiempo en
 el que participaron en la conquista; es decir, entre el 12 y el 13 por
 ciento.

 Con esta información, añadió el estudioso, quizá podremos saber un
 poco más de la realidad de esa generación fascinante, de Cortés,
 Orellana, Jiménez de Quezada, hombres que fueron hijos de soldados
 pobres, de hacendados sin mucho valor, que pasaron su niñez en
 pueblos de Extremadura, de Sevilla, y de Castillala Vieja, y que en su
 juventud hicieron hazañas tan increíbles que cambiaron al mundo más
 que ninguna otra generación de europeos.

 El catedrático, flanqueado por las banderas de la Gran Bretaña y la de
 México, dijo que como todos pueden ver, ahora se interesa en la
 microhistoria, cuyos materiales iluminan al mundo.

 En su disertación, que tituló La conquista iluminada por los recuerdos de
 los conquistadores, Thomas planteó que al parecer nadie había advertido
 que el libro escrito por el historiador estadounidense William Prescott, ya
 estaba desfasado.

 Luego aseguró que el libro de Prescott es una obra brillante que fue
 escrita por un hombre encantador y casi ciego, que permaneció mucho
 tiempo sin un desafío serio.

 Aludió después a dos fuentes que Prescott no consultó: la primera,
 derivada de la pesquisa oficial en cuanto a las actividades de Hernán
 Cortés en su residencia, y la segunda, que se deriva de la enorme
 cantidad de recordaciones de servicios y méritos que tantos
 conquistadores manifestaban, con el fin de demostrar que eran
 merecedores de reconocimiento oficial, una vez terminada la conquista.

 El historiador, que recibió la Orden Aguila Azteca de México en 1996,
 indicó que entre los materiales que le urge ir a revisar a Sevilla se
 encuentran algunos referidos a la muerte, en 1532, de doña Catalina de
 Suárez, la esposa de Hernán Cortés.

 El catedrático aseguró que durante años algunos historiadores de
 Estados Unidos han mantenido la versión de que Hernán Cortés
 estranguló a su esposa y la hizo enterrar a toda prisa, sin investigación
 precisa acerca de la causa de la muerte.

 Thomas expresó que doña Catalina de Suárez llegó a Coyoacán para el
 gran desconcierto de su marido, aparentemente porque éste tenía
 muchas mujeres en su casa.

 ``Llevaba apenas tres meses en Coyoacán cuando murió de modo
 misterioso, una noche, tras una fiesta de la que se fue hecha un mar de
 lágrimas''.

 ``Yo quisiera sugerir otra versión. El hermano de Catalina, Juan de
 Suárez, viejo e íntimo amigo de Cortés en Cuba, antes de la expedición
 de México, llegó a la Nueva España en el otoño de 1520. Cortés mandó
 a Juan de Suárez por Catalina de Suárez y esto lo narraron varias
 personas'', refirió el especialista quien tiene en su haber el premio
 Somerset Maugham.

 La conferencia de sir Hugh Thomas estuvo precedida por una ceremonia
 en la que el embajador británico Adrian J. Beamish; Rafael Tovar y de
 Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y
 Teresa Franco, directora general del Instituto Nacional de Antropología
 e Historia, entre otros funcionarios.
 

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