El Nuevo Herald
Mon, Feb. 09, 2004

Uribe pide a Europa que presione a la guerrilla

  Agence France Presse
  BOGOTA

  El presidente colombiano Alvaro Uribe aseguró este ayer en Bruselas, al iniciar un periplo por varias naciones europeas, que la presión internacional y las
  críticas deben estar dirigidas a la guerrilla de las FARC y no contra su gobierno.

  ''En Europa no se puede guardar silencio frente a las FARC, demandando acciones humanitarias de mi gobierno. Quien han secuestrado a (la ex candidata
  presidencial) Ingrid Betancourt y a más de 1.000 personas no es el Gobierno, son las FARC'', dijo Uribe a la privada radio RCN y al diario francés Le Figaró.

  Durante la entrevista, realizada en un tren que partió de París con destino a Bruselas, el presidente colombiano dijo que recibía ''con respeto'' las críticas
  que sectores del Parlamento Europeo y miembros de organismos no gubernamentales hacen a su política de seguridad.

  ''Las recibo con respeto pero nosotros no podemos renunciar a la tarea de poner presos a todos los terroristas'', aseguró Uribe al recordar que durante
  sus 18 meses de gobierno hay 15,000 presos más en las cárceles colombianas.

  ''Los invito (a los críticos) a mirar las cosas en el orden lógico, porque antes la sociedad colombiana estaba toda presa y los terroristas libres. Ahora,
  estamos buscando regresarle la libertad a la sociedad colombiana, para lo cual hay que privar de la libertad a los terroristas'', concluyó.

  Uribe -acompañado por una comitiva de 11 personas de la que son parte su esposa, la canciller, el Alto Comisionado para la Paz, el ministro de Comercio,
  el responsable de la política contra el desplazamiento forzado y el vocero de los industriales- visitará, además, Italia, Alemania, El Vaticano y Francia.

  Durante la gira, Uribe tiene previsto explicar varias de sus políticas, como una ley que propone dar libertad condicional a los miembros de los grupos
  ilegales que se desmovilicen; un estatuto antiterrorista y el proceso de paz con los paramilitares de ultraderecha, las cuales son cuestionadas por sectores
  políticos europeos.

  Varios eurodiputados de sectores de izquierda, socialistas, verdes y liberales han anunciado que no asistirán a la sesión del martes en protesta por la
  visita del mandatario, a quien acusan de una falta de compromiso con los derechos humanos y de favorecer el paramilitarismo.