La iglesia pide que oigan a los paramilitares
Servicios de El Nuevo Herald
BOGOTA
El presidente de la conferencia episcopal de la Iglesia Católica
colombiana,
monseñor Alberto Giraldo, estimó ayer que el gobierno
del presidente Andrés
Pastrana tendrá que hablar en algún momento con los paramilitares
de extrema
derecha, porque ellos "también son Colombia''.
``Hay que hablar con todos, ellos [los paramilitares] son también
Colombia.
Cuándo y cómo, eso lo define el gobierno'', dijo el jerarca
católico al comentar la
violenta arremetida de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) contra
el
insurgente Ejército de Liberación Nacional (ELN) en una
apartada región del sur
del departamento de Bolívar, en el norte del país.
Desde hace doce días ambos bandos libran fieros combates en esa
zona con un
incierto saldo de muertos, por lo que el gobierno ordenó el
pasado martes al
Ejército volver a la región, pero aún las tropas
no han atacado, limitándose hasta
ahora a hacer presencia para proteger a la población civil.
El jefe paramilitar Carlos Castaño, quien dirige la ofensiva
contra la guerrilla,
instó al gobierno colombiano a exigir la rendición del
ELN, y aseguró que sus
hombres coparon el campamento del líder de ese grupo, Nicolás
Rodríguez,
``Gabino'', según declaraciones divulgadas la noche del miércoles.
``Yo más bien hago un llamado a la sensatez (...) El ELN no tiene
otra
alternativa distinta a la rendición. El Presidente debe hacer
ese llamado y
concertar dicho proceso'', dijo el jefe de las AUC en una entrevista
con la cadena
televisiva RCN, divulgada el miércoles en la noche.
Castaño agregó que ``no hay que tenderle la mano ni negociar
con un enemigo
que lleva 36 años intentando destruir la nación y que
ahora está derrotado''.
``No hay por qué tenderle la mano. Hay que hacerlo, sí,
si quiere pedir perdón y
entrar por el camino de la paz'', subrayó.
Las AUC, con 8,000 combatientes lanzaron una fuerte ofensiva para dasalojar
de
la zona a al ELN, con 4,500 combatientes.
Para enfrentar el ataque de las AUC, el ELN se alió estratégicamente
con las
rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con 16,500
hombres armados, según reconoció el comandante Pablo
Beltrán, el tercero de
la cúpula del ELN.
Castaño se opone a que el presidente Pastrana ordene la desmilitarización
de
los municipios de San Pablo y Cantagallo --2,000 km2-- localizados
en el sur del
departamento de Bolívar, 860 km al norte de Bogotá, para
realizar allí
simultáneamente una convención de paz con la sociedad
civil y las tratativas con
el gobierno.
Ante esta situación, monseñor Giraldo insistió
en que el gobierno ``debe dialogar
con todos los actores del conflicto armado del país'', y recordó
que él siempre se
ha mostrado favorable a que ese diálogo también incluya
a los paramilitares, ya
que, dijo, son actores activos del conflicto.
La propuesta de Giraldo coincide con la que hizo recientemente el subsecretario
de Estado para Asuntos Hemisféricos, Peter Romero en el mismo
sentido.
En una entrevista con El Nuevo Herald, Romero explicó que ``tarde
o temprano'',
el gobierno colombiano tendrá que sentarse en la mesa de negociaciones
con
los paramilitares.
Hasta el momento Pastrana se ha negado a aceptar esa posibilidad, asegurando
que su gobierno combate a los grupos paramilitares, que asegura no
tienen un
sustento político ni vínculos institucionales con las
Fuerzas Militares.