El Nuevo Herald
30 de agosto de 2001

 Sorprende un atentado con bomba en Santiago

 Agence France Presse
 SANTIAGO DE CHILE

 Un hotel para miembros del Ejército de paso en Santiago de Chile sufrió destrozos ayer por la explosión de un bomba detonada
 por desconocidos frente a su frontis, informó la Policía de Carabineros, en un atentado terrorista que si bien fue calificado de
 insignificante, no dejó de sorprender a propios y extraños.

 No se informó de lesionados entre los 18 hospedados al momento en el inmueble, pero la onda expansiva del artefacto causó
 daños importantes en ventanales y el acceso al edificio, ubicado en la avenida Providencia de la comuna de igual nombre, en el
 área oriente de la capital chilena.

 El Ministro Secretario de Gobierno, Claudio Huepe, señaló que el atentado ``es un hecho aislado'' y descartó que corresponda a
 algún grupo subversivo organizado.

 ``No hay indicios que apunten a eso, en el país no hay terrorismo'', manifestó.

 La versión policial precisó que en el sitio fueron recogidos panfletos ``con frases injuriosas'' contra la rama castrense, que el
 próximo mes conmemora varias efemérides y recuerda el golpe que encabezó el general y ex comandante en jefe Augusto
 Pinochet para derrocar (11 de septiembre de 1973) al régimen socialista del presidente Salvador Allende.

 Los papeles ``hablan de venganza'', precisó un oficial, quien advirtió que la bomba era ``sofisticada'' y accionada con un dispositivo
 eléctrico.

 El estallido, a las 6:10 a.m. también causó daños a las oficinas vecinas de la sección comunal de la Dirección del Trabajo.

 Radioemisoras santiaguinas informaron que el hostal no sería propiedad del Ejército, pero que su administración está a cargo del
 ex brigadier Miguel Krassnoff Martchenko, vinculado a violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de Pinochet
 (1973-90), a la que se atribuyen los asesinatos de 3,000 opositores.

 Tras participar en el asalto a la residencia privada de Allende el día de la rebelión encabezada por Pinochet, el ex oficial figuró en
 1974 entre los primeros jefes de la Dina, la policía secreta del régimen castrense.

 Krassnoff, 55 años, hijo de un matrimonio de aristócratas rusos que escapó de la revolución comunista de comienzos del siglo XX,
 integró una brigada encargada del aniquilamiento del proscrito Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), según revelaciones
 de uno de sus subalternos, el civil Osvaldo Romo, ``el Guatón Romo''.