Chile promulga ley de divorcio
FEDERICO QUILODRAN / AP
SANTIAGO
Después de casi diez años de tramitación legislativa, el presidente Ricardo Lagos promulgó ayer una ley de divorcio con lo que Chile dejó de ser, junto a Malta, el único país occidental que carecía de ese mecanismo para resolver los conflictos matrimoniales.
''Este es un día importante para Chile, para sus familias'', destacó Lagos en la ceremonia en la que procedió a promulgar la ley, aprobada el 11 de marzo por el Congreso.
''Creo que llegamos a una buena ley'', apuntó el mandatario en la ceremonia realizada en el palacio de gobierno de La Moneda bajo un gran telón de fondo con la lectura: ``Chile más justo. Chile más humano. Nueva ley de matrimonio civil''.
La iniciativa era una de las banderas de lucha del mandatario y su promulgación se realiza en el cuarto año de su gestión de seis. El proyecto surgió de la iniciativa de legisladores oficialistas hace casi diez años, aunque, como destacó Lagos, los esfuerzos por establecer el divorcio se remontan a 1883.
La nueva ley termina con un ''fraude procesal'' que permitía la anulación de los matrimonios mediante artilugios legales.
''La enorme mayoría de nuestros conciudadanos sentía la necesidad de este cambio, que coloca a Chile en consonancia con el mundo de hoy'', expresó Lagos.
''La nueva legislación genera una institucionalidad más justa, plural, respetuosa de la voluntad de chilenos y chilenas, de sus valores y de sus aspiraciones'', señaló.
La ley reemplaza una legislación que rigió por 120 años. Establece que el divorcio se podrá obtener, si es de mutuo acuerdo, después de un año de la separación de los cónyuges. Si es requerido unilateralmente por uno de ellos, sólo se puede decretar por un juez a los tres años del rompimiento.
También contempla protección para los hijos y para el cónyuge económicamente más débil.
''Este es un paso gigantesco que fortalece a la familia, que da mayor protección a los hijos, que pone fin a la dura situación de muchos compatriotas que habiendo tenido la triste experiencia de un fracaso matrimonial, se encontraban imposibilitados de rehacer su vida familiar'', dijo Lagos.
La larga tramitación y la aprobación final de la ley de divorcio debió sortear la enconada oposición de la Iglesia Católica, que finalmente logró en una transacción por los sectores legislativos contrarios a la ley, el reconocimiento previo legal del matrimonio religioso.
En ese caso, los contrayentes católicos tendrán ocho días para formalizar su boda ante la autoridad civil.
La ley de divorcio entrará en vigor dentro de seis meses.