Miércoles, 14 de marzo de 2001
El juez Guzmán pone en libertad al general Contreras, ex jefe de la Dina
Confusión en la acusación por las últimas decisiones del magistrado
MANUEL DÉLANO | Santiago
Los chilenos despertaron ayer sorprendidos por dos resoluciones
diferentes del juez Juan Guzmán, por las que concedió
la libertad
provisional al ex dictador Augusto Pinochet, y después
que lo pidiera
su defensa, la libertad de quien fuera jefe del más tenebroso
aparato
represivo, la Dina, el general retirado Manuel Contreras. En
ambos
casos, la libertad está sujeta al previo pago de fianza
y con consulta a
la quinta sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, que se
reunirá
hoy para oír los alegatos de las partes.
Contreras estaba en arresto domiciliario desde finales de enero
por su
responsabilidad en la desaparición en 1974 del ex gerente
de la mina
de cobre Chuquicamata, David Silberman. El ex director de la
disuelta
Dirección de Inteligencia Nacional (Dina) salió
de la cárcel a finales de
enero, cuando cumplió su condena de siete años
de prisión por la
autoría intelectual del homicidio del que fuera canciller
chileno Orlando
Letelier y su secretaria estadounidense, Ronnie Moffit. Sin embargo,
quedó bajo arresto domiciliario por el caso Silberman
y por su
participación en el secuestro y homicidio de la cúpula
del Partido
Comunista en 1976 conocido como caso Conferencia.
Pese a todo, los abogados querellantes de Pinochet y Contreras
no
han perdido confianza en el magistrado que se ha atrevido a procesar
dos veces al ex dictador y ha demostrado ser capaz de resistir
las
presiones y le restan trascendencia a ambas medidas, aunque las
rechazan. Pinochet y Contreras, que en el periodo de mayor represión
de la dictadura desayunaban juntos a diario, se vieron ayer
nuevamente hermanados, pero ahora por la libertad que les otorgó
Guzmán.
El juez estableció al ex jefe de la Dina el pago de una
fianza
equivalente a 8.625 dólares (algo más de 1.500.000
pesetas),
exactamente 2,5 veces la del ex dictador, de 3.450 dólares
(más de
600.000 pesetas), lo que algunos interpretan como una valoración
de
la peligrosidad actual de ambos personajes. Los querellantes
de
ambos casos alegarán hoy para rechazar las resoluciones
de Guzmán
ante la Corte de Apelaciones, pero sus expectativas son bajas
en una
sala en la que dos de sus tres integrantes votaron el año
pasado contra
el desafuero de Pinochet. Entretanto, la defensa del ex dictador
designó al abogado Miguel Schweitzer como el encargado
de exponer
ante los jueces para apoyar la medida. En un encuentro de tres
minutos de duración, el ex dictador fue notificado el
lunes en su
residencia campestre de Los Boldos, 150 kilómetros al
suroeste de
Santiago, de la decisión de Guzmán de poner fin
a su arresto
domiciliario, que hoy llega al día número 42.
Gustavo Collao, abogado de Pinochet, dijo que éste quedó
conforme
con la resolución y ahora sí la firmó, a
diferencia de su negativa
cuando fue notificado el auto de procesamiento. Los querellantes
del
ex dictador atribuyen a la decisión de la primera sala
de verano de la
Corte de Apelaciones, que rebajó el grado de procesamiento
de
Pinochet desde autor a encubridor de los 75 crímenes de
la caravana
de la muerte, la responsabilidad primordial de la decisión
de Guzmán.
Estiman que el magistrado actuó así para 'descomprimir'
el caso, que
el arresto domiciliario es más bien formal por las condiciones
en que
está Pinochet y que lo relevante es su determinación
de continuar
adelante.
Hasta les puede favorecer que Pinochet esté en libertad,
porque se
atrasa la vista del recurso de la defensa para sobreseer el caso
por
razones de salud, al ir a una tabla ordinaria en la quinta sala,
atrasando
un par de meses la decisión de un tribunal desfavorable.