Brasil en las grandes ligas de la misilística
Associated Press
BRASILIA
La industria bélica de Brasil concluyó las pruebas
de un misil de alta tecnología con un alcance de 300 km y con cerebro
electrónico para la búsqueda de los blancos,
según un informe del presidente de la empresa Abibras
Aeroespacial, Joao Verdi de Carvalho Leite.
El informe, publicado ayer por el periódico O Estado de
Sao Paulo, revela que Brasil sigue adelante con la producción de
sofisticadas armas para ingresar con fuerza en
el mercado mundial.
El nuevo misil se denomina AVMT 300 y tendrá un costo aproximado
de $800,000. Las pruebas de funcionamiento son realizadas en secreto desde
1999 y se espera
que ingrese al mercado el 2002, dijo Carvalho Leite.
Informó que el misil brasileño competirá
en igualdad de condiciones con proyectos similares de Estados Unidos, Francia
y Gran Bretaña, que producen con mayores
costos los misiles Tomahawk AGM-86 y Apache, respectivamente.
El misil brasileño es transportado por camiones blindados
construidos para que sean la base de lanzamiento, y tienen una capacidad
de fuego capaz de destruir una
refinería de petróleo o una gran concentración
de tropas enemigas, según el informe.
Su ojiva, guiada por un sistema digital de navegación,
puede ser programada con datos del blanco, por lo que los márgenes
de error son mínimos, además de que puede
ser controlada desde la central para correcciones de la ruta.
``Es un recurso bélico selectivo que puede ser utilizado
contra instalaciones militares localizadas en áreas urbanas con
población'', dijo Jon Kutler, de la agencia
consultora británica militar y aerospacial Quaterdeck
Partners.
Agregó que el misil franco-británico Apache es más liviano que el norteamericano Tomahawk, pero más pesado que el AVMT 300 brasileño.
De acuerdo con el informe, algunos países ya manifestaron
su interés en renovar su poderío aeronáutico con misiles
brasileños, entre ellos Arabia Saudita, que estaría
dispuesta a desembolsar $2,500 millones para la compra de estos
equipos y la instalación de plantas de montaje en su territorio.
Agregó que Grecia, Japón e Italia también
solicitaron mayores informaciones sobre el misil.
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