Brasilia, ene --(EFE)-- Un ex guerrillero brasileño transportó en la década de los
sesenta 25.000 dólares desde Cuba para financiar acciones subversivas y los
entregó al líder histórico socialdemócrata Leonel Brizola, según sus
afirmaciones.

``Eran 25.000 dólares en una caja de ajedrez. El dinero nunca llegó a la
guerrilla'', sostuvo Avelino Capitani, que luchó contra el régimen militar (1964-85)
y a comienzos de los años 60 fue uno de los primeros brasileños que recibieron
entrenamiento en Cuba para la lucha subversiva, según unas declaraciones a la
revista Veja.

El dominical entrevistó a varios otros protagonistas citados en una investigación
universitaria sobre ese período histórico, basada principalmente en documentos
militares de la época, que identifica tres estrategias guerrilleras principales.

La versión de que Brizola recibió dinero cubano siempre ha sido negada por el ex
gobernador de Río de Janeiro y ex candidato presidencial, lo que corroboró el
diputado Neiva Moreira, entonces ``enlace'' entre el presidente cubano, Fidel
Castro, y el político brasileño.

``Nosotros nunca recibimos dinero. Cuba sólo nos ayudó con entrenamiento
militar'', dijo Moreira a Veja.

Capitani sostuvo que tras el entrenamiento en Cuba, que ``parecía un juego'', se
integró en un grupo guerrillero que iba a operar en el centro de Brasil, pero fue
descubierto por un guardia forestal que avisó al Ejército.

Los rebeldes, la mayoría enfermos y sin dinero para alimentos ni munición,
acabaron presos, lo que puso fin al primer plan estratégico insurgente.

``Aunque no nos hubieran descubierto, el movimiento habría fracasado,
simplemente porque no había población en el área. Queríamos hacer la
revolución sin las masas'', reconoció Capitani.

El segundo plan subversivo citado en el estudio se desarrolló entre 1966 y 1967,
tenía a Brizola como protagonista y apuntaba a apoyar las operaciones en
Bolivia de Ernesto ``Che'' Guevara y al ingreso masivo de guerrilleros desde
Uruguay.

Entre 1969 y 1973, la tercera y última estrategia aglutinó a varias
organizaciones, entre ellas una liderada por el actual presidente del Partido de
los Trabajadores (PT, socialista), el diputado José Dirceu, y la Alianza
Libertadora Nacional (ALN), cuyo único comandante vivo es el hoy profesor de
música Carlos Sarmento.

El Grupo Primavera, de Dirceu, se distanció del ALN y en poco tiempo cayeron
muertos veintidós de sus veintiocho miembros.