Las Fuerzas Armadas de la Nación afirman, a través de un comunicado, que asumirán las acciones necesarias para revertir la Sentencia Constitucional, que consideran un grave error histórico.

La nota enviada a todos los medios de comunicación sostiene:

El Comando en Jefe de las FFAA de la Nación, ante los fallos decididos por el Tribunal Constitucional, comunica a la opinión pública lo siguiente:

Las Fuerzas Armadas de Bolivia en los últimos veintidós años, se han convertido en un sólido pilar de la democracia, fieles al mandato de la Constitución Política y el rol que ésta les asigna.

Es de conocimiento del pueblo que el comportamiento de la institución armada en los sucesos de febrero y octubre de 2003, estuvo enmarcado en lo estipulado en la Carta Magna, lo que permitió la preservación de la democracia y de la unidad de la nación en momentos en que el orden ciudadano y la paz estuvieron en grave riesgo de desaparecer, al punto de llevar a Bolivia a una situación de confrontación de imprevisibles consecuencias para su propio futuro como Estado organizado.

El único interés que nos motivó entonces fue el amor y respeto por la Patria, a la que nos debemos en cualquier adversidad, con la convicción que exigió incluso el sacrificio de nuestras vidas.

Hoy, igual que entonces, las Fuerzas Armadas mantienen su vocación y fe institucional, y respaldan de manera inequívoca la democracia, la Constitución y a quienes hoy tienen en sus manos la responsabilidad de gobernar el país.

La institución militar, en pleno apego a las leyes de la República, considera que los fallos del Tribunal Constitucional vulneran la Constitución Política del Estado, contraviniendo los artículos 208, 209 y 210 de la misma. Esta decisión puede resquebrajar la unidad y la estabilidad del Estado, situación que en un momento como este la institución no puede aceptar en silencio.

Nos preocupa que estas decisiones puedan estar relacionadas con intereses políticos que buscan la desestabilización del orden democrático y que pretenden usar a las FFAA para lograr objetivos personales o de grupo, sin consideración a una sociedad que hoy, como pocas veces, enfrenta riesgos que ponen en juego el futuro de todos.