Un coche-bomba mata a la fiscal Mónica Von Borries en Santa Cruz
La explosión ocurrió a las 14.35 de ayer. La PTJ sospecha que la bomba se activó con el sistema de encendido del auto. Detuvo a tres personas. Ella atendió el caso Diodato, el de un juez prevaricador e indagaba la denuncia de evasión tributaria de tierras.
La explosión de un coche-bomba mató ayer a la fiscal cruceña Mónica Von Borries. Ella, según los testigos, falleció instantáneamente porque se encontraba dentro del vehículo.
La abogada investigaba el caso de la evasión impositiva en la dotación irregular de más de 5.000 hectáreas de tierras en Santa Cruz, que habría favorecido a dos dirigentes del MNR y a tres empresarios chilenos. También
impulsó la acusación por narcotráfico contra Marco Marino Diodato, y entre 1995 y 2000 prestó servicios en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN). Ante estos datos, el Gobierno, la Fiscalía General de la República y la Policía no descartaron que se trate de un atentado terrorista.
“La mafia está metida aquí”, aseguró el fiscal General, Óscar Crespo, en un contacto telefónico con la Red ATB, mientras que el ministro de Gobierno, Alfonso Ferrufino, no descartó que detrás del hecho esté el prófugo Marco Marino Diodato.
En tanto, las investigaciones en la capital cruceña dieron algunos resultados a pocos minutos de que ocurriera la explosión. Tres sospechosos fueron detenidos, uno de ellos es de nacionalidad estadounidense y los otros dos bolivianos, según confirmó la PTJ. Esas personas prestaron sus declaraciones y están detenidas en celdas policiales.
La explosión ocurrió a las 14.35 de ayer en la calle Las Maras, ubicada a dos cuadras de la rotonda del Cristo Redentor (segundo anillo), y a tres de las oficinas del Comando Departamental de la Policía de Santa Cruz.
La fiscal cruceña salió de su vivienda rumbo a su oficina, subió a su auto, marca Mitsubishi y de color plomo, que se encontraba estacionado en la puerta, y luego de unos segundos ocurrió la explosión. El vehículo quedó destrozado y en llamas, mientras que otros dos motorizados estacionados en el lugar fueron afectados. La explosión se escuchó a varias cuadras a la redonda.
Sus familiares, quienes se encontraban en el interior del domicilio, salieron para ver qué fue lo que sucedió. Al principio pensaron que se trataba de la explosión de una garrafa, pero luego comprobaron que el vehículo de la abogada había explotado.
“Quise sacarla, pero me quemé los brazos”, dijo el hermano de la fiscal, visiblemente afectado por lo sucedido. La madre de la víctima intentó por más de media hora acercarse al cuerpo de su hija, pero los vecinos lo impidieron. “Que la saquen, que la saquen”, gritaba en medio de un llanto incontenible.
El padre de Mónica llegó acongojado al lugar de los hechos a las 15.00 e ingresó directamente a su domicilio. No se acercó al automóvil, que seguía ardiendo, donde estaba el cuerpo de su hija.
Los vecinos tuvieron que sacar mangueras y baldes con agua para apagar el fuego porque los bomberos no llegaban.
El Comando Departamental de la Policía de Santa Cruz tiene dos hipótesis del hecho. La primera es que se trataría de un explosivo que fue activado con el sistema de encendido del motorizado y la segunda que la bomba habría sido activada por control remoto y a larga distancia. Esas dos posibilidades son investigadas por la Policía, que también intentará hallar a los responsables del hecho.
Tuvieron que pasar al menos 15 minutos para que los efectivos de la PTJ, Bomberos y del Comando policial llegaran al lugar. Acordonaron el área de la explosión, recogieron evidencias para establecer qué tipo de artefacto fue utilizado e hicieron el levantamiento legal del cadáver.
El cuerpo sin vida de la fiscal, que permaneció tendido en el asiento delantero de su automóvil por más de una hora, se encontraba cubierto con un manta, la que intentaba levantar la madre de Mónica.
Las imágenes fueron transmitidas en directo por varios canales de televisión de alcance nacional y la cadena estadounidense CNN. Los efectivos de la División Homicidios de la PTJ levantaron el cuerpo de la víctima a las 15.30 y lo trasladaron a la morgue del Hospital San Juan de Dios para que un grupo especial de médicos haga la autopsia de ley y establezca las causas del deceso.
La escena trajo a la memoria de la gente que observaba las imágenes la explosión de otro coche-bomba cerca del edificio del Comando Departamental de la Policía de Santa Cruz, que ocurrió el 21 de diciembre de 2001. En esa oportunidad, una persona de sexo femenino murió y luego de dos años no se hallaron a los responsables y el caso está archivado.
La Policía Nacional se declaró en emergencia e inmediatamente destacó a sus unidades especiales para efectuar las indagaciones. El director Nacional de la FELCN, coronel Luis Caballero, comprometió a sus efectivos para coadyuvar en el proceso y en el Poder Ejecutivo no se descartó que se solicite ayuda a organismos internacionales para dar con los autores del atentado.
Los familiares de la víctima no reportaron amenazas verbales ni escritas, por lo que el director de la PTJ cruceña, coronel Humberto Gutiérrez, señaló que la fiscal Mónica Von Borries no solicitó a su despacho el servicio de seguridad personal. “Ella trabajaba normalmente”, dijo la autoridad policial.
“Vi sentada a la doctora en su vehículo”
Un testigo contó que fue la última persona que vio a la
fiscal.
“Yo estaba en mi vehículo, lamentablemente al pasar vi sentada
en su vehículo a la doctora e intenté saludarla. Yo había
pasado unos dos metros aproximadamente y en ese momento sentí una
explosión. No pude controlar mi vehículo y se fue contra
la vereda.
Vi cuando ella estaba sentada en su vehículo, seguramente en
el momento que yo pasaba ella encendió. Al sentir el impacto, paré
más allá y me bajé para ver qué paso con mi
vehículo, no me di cuenta lo que pasó atrás. No me
di cuenta, bajé y luego vi el vehículo destrozado. Me acerqué
y pedí auxilio. Vi a la madre de la doctora que me preguntó
cómo estaba. Vimos a la doctora inclinada en el asiento, lamentablemente
ya había muerto.”