El Cojo Castillo: el "eslabon perdido" del crimen de Barbados
Cómplice de Posada y Bosch en el más horroroso acto terrorista que ha provocado la guerra sucia contra Cuba desencadenada por Washington hace ya casi 50 años, el también autor del atentado de Mérida, México, donde es asesinado el cubano Artagñán Díaz Díaz, vive tranquilamente en su casa de Hialeah, Florida
Jean-Guy Allard
Al igual que Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, autores intelectuales
de la destrucción en pleno vuelo de un avión cubano, el 6
de octubre de 1976, y Frank Castro, hoy convertido en narcotraficante,
otro colaborador de la CIA que participó en este acto de terrorismo
que ocasionó 73 víctimas, sigue viviendo en Miami sin haber
enfrentado nunca a la justicia.
Un informe del FBI fechado del 2 de noviembre 1976 sitúa
a “El Cojo” Castillo en Caracas, "unos días" antes del hecho: "Algunos
planes relativos al atentado con bomba contra un avión de Cubana
se discutieron en un bar del hotel Anauco Hilton, de Caracas, Venezuela.
Frank Castro, Gustavo Castillo, Luis Posada Carriles y Morales Navarrete
estaban presentes en la reunión".
José Luis Méndez es un investigador especializado,
autor de numerosos libros sobre el terrorismo contra Cuba. En conversación
con GI, analiza nuevos documentos desclasificados sobre el tema, facilitados
desde Caracas por la investigadora venezolano-estadounidense Eva Golinger.
Cómo estudioso del tema del terrorismo anticubano, ¿qué
comentario tiene sobre el terrorista Pablo Gustavo Castillo, que se revela
como un “eslabón perdido” del crimen contra la nave de Cubana en
Barbados?
Pablo Gustavo Castillo Díaz, alias El Cojo, es un terrorista
de larga data, vinculado estrechamente al criminal Orlando Bosch Avila.
Fue uno de los tres involucrados en el intento de secuestro del Cónsul
cubano en Mérida, que derivó en el asesinato de Artagñán
Díaz Díaz, el 23 de julio de 1976. Se fugó de México
hacia Estados Unidos, país que no lo extraditó no obstante
el pedido realizado por las autoridades mexicanas, y en septiembre de ese
año se refugió en Venezuela, donde ya estaba su jefe Orlando
Bosch. Ambos amparados por miembros de origen cubano de la DISIP de Venezuela,
durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez.
Este es el período donde la CIA, con total desprecio de
la soberanía de Venezuela, toma el control de sus servicios secretos.
¿Cuántos cubanos estaban en la DISIP, la policía política
de ese país, en esa fecha?
Mira, la CIA dentro del plan de contrainsurgencia de los Estados
Unidos para América Latina en la década de los sesenta envió
a sus agentes a organizar, asesorar, dirigir y participar en varios servicios
represivos del continente. Recuerda que Félix Rodríguez Mendigutía
estuvo en Perú y Argentina en labores de la agencia. En Venezuela,
específicamente, llegaron a finales de los sesenta Luis Posada Carriles,
Rafael Rivas Vázquez, José Vázquez Blanco, Orlando
García Vázquez, después Ricardo Morales Navarrete
y otros delincuentes anticubanos, que fueron naturalizados y colocados
en cargos relevantes de ese órgano de seguridad de Venezuela. Toda
una constelación de criminales al servicio del Imperio.
¿Qué actividades realizaban?
Represión contra el pueblo venezolano, primero en la Dirección
General de la Policía, DIGEPOL, y después en la DISIP. Realizaron
actividades contra la Embajada de Cuba allí, después de restablecidas
las relaciones diplomáticas… protegieron a los terroristas de Miami,
participaron en la Operación Cóndor y en las actividades
de la CORU, contrataron a venezolanos como mercenarios para realizar actos
de terror en Panamá, Costa Rica, Barbados, Jamaica y en el Caribe
en general, región que los terroristas denominaban “zona de guerra”
¿Qué relación tiene Castillo Díaz
con esa mafia?
Fue recibido como uno más y comenzó a participar
en actos de terror. Según contó Morales Navarrete a una revista
de Caracas, Castillo fue quien preparó las bombas que fueron colocadas
en el avión DC-8-43, de Cubana de Aviación, que los terroristas
hicieron volar en pleno vuelo, cuando estaba cerca de las costas de Barbados,
el 6 de octubre de 1976. Se las entregaron a los mercenarios venezolanos
Freddy Lugo y Hernán Ricardo, quienes las colocaron en dos lugares
del avión.
Investiga desde hace años los planes de los terroristas anticubanos
de volar aeronaves en pleno vuelo. ¿Que descubrió en relación
con la tolerancia por la CIA y el FBI de estas actividades criminales?
Sí, hace años que sigo esa pista y lo más
sorprendente que he encontrado es acerca del conocimiento anticipado que
han tenido las agencias norteamericanas como la CIA y el FBI sobre estos
planes e intenciones y no hicieron nada para evitarlos. Ha sido una complicidad
más allá de la impunidad, han sido tan criminales por omisión
como los propios terroristas. Han tenido la prepotencia de desclasificar
documentos, sin apenas tachaduras, donde se constata, hasta donde saben,
ocultan. Han tolerado las acciones de sus terroristas. Desde los tiempos
en que George W. H Bush era oficial de la CIA a cargo de planes contra
Cuba, después como Director de la Agencia, luego Vicepresidente
de los Estados Unidos a cargo del programa antiterrorista y finalmente
como Presidente en ejercicio, por más de 40 años, el clan
Bush ha protegido a los terroristas de Miami.
¿Pablo Castillo no fue detenido en Venezuela, después
de la explosion del avion de Cubana, ese 6 de octubre de 1976?
Lo escondieron y después lo sacaron del país, como
hicieron con Bosch, que lo sacaron para Colombia y después lo regresaron
a Caracas. Pero antes de llegar a Venezuela, Castillo Díaz cometió
varios actos de terror.
¿Recuerda algunos?
En enero de 1978, las autoridades norteamericanas detienen a
Castillo y a Gaspar Jiménez Escobedo, por el asesinato del técnico
cubano en Mérida, no los extraditan a México, los liberan
unas semanas después. Pero mucho antes, Castillo había sido
un “soldado” y te lo digo así por lo similar de la estructura mafiosa
de las organizaciones creadas por Orlando Bosch. Primero Poder Cubano,
siguió Ejército Libertador Cubano, donde estuvieron Castillo
y Mario Solano, después Acción Cubana y el Gobierno Secreto
Cubano.
¿Recuerda algunos actos en los que participó o dirigió?
En la guerra mafiosa de 1975 en Miami, cuando el ajuste de cuentas
entre bandas rivales de los terroristas, empeñadas en reajustes
de espacios y para controlar la extorsión, que recaudaba fondos
con violencia en la emigración. Castillo y Orestes Ruiz Hernández
tuvieron una activa participación. Castillo se conjuró para
asesinar al comentarista de origen cubano Emilio Millian, le colocaron
una bomba en su auto y perdió dos piernas; en el asesinato del gángster
cubano Jesús González Carta, alias El Extraño; incluso
detonó una bomba en una universidad de Coral Gables, Florida, mientras
la luchadora pro derechos civiles, la afronorteamericana Angela Davis,
participaba en un acto público, no solo eso, debajo de su auto encontraron
explosivos listos para detonar.
En uno de sus libros, Los Cuervos del Imperio, precisa que Ricardo
Alarcón, hoy Presidente de la Asamblea Nacional de Cuba y entonces
representante de la Isla ante la ONU, fue vigilado para ser asesinado en
New York....
Sí, durante varios años el entonces embajador de
Cuba ante la ONU fue vigilado por Castillo Díaz y Manuel Ortega
Muñoz, para atentar contra su vida. También el Teofilo Acosta,
fallecido, funcionario de la Misión de Cuba, fue seguido, no lo
mataron al confundirlo con una persona parecida a él. Quien organizó
todo esto fue uno de los tantos terroristas corruptos de Miami, Antonio
Calatayud Rivera.
De los conspiradores de Caracas, Ricardo Morales Navarrete murió
asesinado en Miami. Posada y Bosch están ahora en esa ciudad norteamericana
y se benefician de la protección de los Bush. Frank Castro vive
en su apartamento del residencial Antares, cerca del Acuario, en Santo
Domingo, República Dominicana. Se dice que El Cojo Castillo también
vive hoy en Miami, más exactamente en Hialeah, y niega su complicidad
a pesar de los hechos.
Exacto. Castillo radica hoy en Miami, es un profesional del crimen
y está en libertad, impune bajo abrigo norteamericano. Así
es, como otros tantos criminales de varias nacionalidades, que tienen en
los Estados Unidos refugio seguro, los golpistas de Venezuela, Posada,
Bosch, Novo, Jiménez, Remón, todos fueron llevados a puerto
seguro por sus históricos protectores.
José Luis Méndez está al terminar su última
investigación, El terrorismo anticubano contra los Estados Unidos.
1959-2008. “Como caso de terrorismo doméstico, han criado cuervos
y éstos en muchas ocasiones han actuado en Estados Unidos y contra
intereses norteamericanos”, comenta. Recopila en este momento información
sobre los terroristas anticubanos contra Venezuela, desde 1959 hasta el
presente: “es una mega investigación, pero necesaria en el contexto
actual”.