Ayer y hoy, la contrarrevolución es el resultado del plan de una potencia extranjera
Pedro A. García
En muchos documentos estadounidenses aparece como causa
fundamental de la operación de Girón el temor a que Cuba
se
convirtiera en aliado de la URSS. ¿Cómo explicar entonces
que los
planes de EE.UU. contra la Revolución cubana anteceden a Enero
de 1959, cuando aún no existían relaciones entre los rebeldes
de la
Sierra Maestra y el movimiento comunista internacional?
Precisamente sobre los planes para frustrar el triunfo revolucionario,
el
trabajo de los órganos de la Seguridad, ya la Revolución
en el
poder, contra los enemigos externos e internos y la lucha desarrollada
contra las bandas de alzados trató la sesión transmitida
el viernes de la
Conferencia Académica Girón: 40 años después,
que ocupa en estos
días el espacio de las Mesas Redondas.
Quedó bien claro en este capítulo sobre los debates del segundo
panel de la Conferencia, dedicado a La respuesta de Cuba a la
amenaza y agresión norteamericanas, que ayer y hoy, la
contrarrevolución es el resultado del plan de una potencia extranjera
para destruir a la Revolución cubana.
DEBATES SOBRE EL PLAN ESTRATEGICO
Como continuación de las discusiones de la sesión transmitida
el
jueves, Peter Kornbluh, de los Archivos de Seguridad Nacional de la
Universidad George Washington, aclaró que a mediados de 1960
se había desestimado el desembarco por Trinidad y se había
elegido a Girón como punto. Relató que ya en la presidencia,
Kennedy preguntó si los invasores podían irse a las montañas
en
caso de fracasar en la consolidación de la cabeza de playa. Los
funcionarios de la CIA le respondieron que entonces tendrían que
ser evacuados.
Roberto Carballo, de la Brigada invasora 2506, testimonió
que los
"altos dirigentes" del "gobierno" de los invasores estaban
convencidos de que si se mantenía la cabeza de playa en Girón
por
más de 72 horas, habría intervención, ya fuera de
los propios
EE.UU. como de fuerzas de la OEA.
El ex funcionario de la CIA, Samuel Halpern, calificó de estúpidas
tanto la Operación Girón como la Mangosta y la Autónoma,
que le
sucedieron. Afirmó que no debe culparse a su agencia de todo
pues cuando se debatan estas dos últimas operaciones, "se verá
que fueran hechas con los Kennedy, por los Kennedy y para los
Kennedy".
Luis Tornés, de la Brigada 2506, opinó que fueron
enviados para
que se perpetrar una gran matanza y así darle un pretexto a EE.UU.
para intervenir. Alfredo Durán, también miembro de
la brigada,
manifestó que si la CIA sabía que no habría apoyo
aéreo ni
intervención posterior, tendría que haber cancelado el plan.
A preguntas del académico James G. Hersberg, de la Universidad
George Wa-shington, Fidel intervino en el debate para aclarar que
no se tenían grandes relaciones con los gobiernos y partidos de
la
URSS y China antes de Girón. Recordó que las primeras compras
de azúcar de esos países a Cuba se realizaron a mediados
de
1960 y las armas que estos enviaron llegaron a fines de ese año.
Pero no teníamos plan estratégico de defensa alguno que
dependiera de la URSS y de China, recalcó.
PLANES CONTRA LA REVOLUCION CUBANA
Ante preguntas de académicos norteamericanos, el presidente de
la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, se refirió,
basándose en documentos desclasificados por Washington, a
cómo los EE.UU. quisieron impedir el triunfo revolucionario cuando
los rebeldes luchaban en la Sierra Maestra, intentando incluso
encontrar fuerzas alternativas al Movimiento 26 de Julio.
Según estos documentos, Eisenhower orientó por aquellos días
a
Allen Dulles, entonces jefe de la CIA, no presentar detalles de
operaciones encubiertas en Cuba en las reuniones del Consejo de
Seguridad Nacional de EE.UU. y como subrayara Alarcón, esto
sucedió mucho antes de Enero de 1959, de las posibilidades de
relaciones entre Cuba y la URSS y de las contradicciones de la
Revolución cubana con el gobierno de Venezuela presidido por
Rómulo Betancourt.
El Presidente del Parlamento cubano citó también al Informe
Kirkpatrick, donde se revela cómo la estación CIA de La Habana
seleccionó a individuos y organizaciones para "crear" una oposición
al Gobierno Revolucionario. Esto fue reconocido por miembros de
la Brigada 2506, en un evento académico que se celebró en
EE.UU., donde advirtieron: "La CIA trató de fabricar una oposición
dentro de Cuba".
Alarcón precisó como característica fundamental de
esos
elementos contrarrevolucionarios en Cuba, ayer y hoy, es que son
el resultado de un plan de una potencia extranjera para destruir a la
Revolución cubana. Esa oposición, añadió, ha
sido organizada y
promovida para los fines e intereses del Estado norteamericano.
LA REVOLUCION SE DEFIENDE
El Comandante de la Revolución Ramiro Valdés, quien en 1961
estaba al frente de los órganos de la Seguridad del Estado,
respondió a preguntas de los académicos estadounidenses sobre
los enemigos internos en Cuba durante aquellos años. Explicó
que
existían cerca de 300 organizaciones contrarrevolucionarias en las
que militaban unas 3 000 personas; y en las montañas operaban
unas 100 bandas y entre 3 000 y 4 000 elementos alzados.
Aclaró que se supo de los planes de agresión por informaciones
del
exterior de amigos de la Revolución, quienes además denunciaron
en sus países los entrenamientos en Guatemala. No teníamos
penetración en la Brigada 2506; se llegó a conclusiones por
los
análisis de información, añadió.
Declaró que antes de Girón se confeccionaron listados de
elementos contrarrevolucionarios detectados dentro de Cuba,
categorizados, persona por pesona, por su ubicación y grado de
peligrosidad.
Antes de Girón, los CDR conocían en cada cuadra a toda persona
sospechosa de ser adversaria de la Revolución. Al producirse la
invasión, fueron detenidas unas 20 000 personas con lo que se
redujo casi en un ciento por ciento la actividad de la
contrarrevolución interna. Durante todas estas operaciones solo
hubo un muerto y un herido, en estos casos ambos combatientes
de los órganos de la Seguridad.
La intervención de Ramiro Valdés provocó unas reflexiones
en
Fidel, quien destacó el papel desempeñado por las organizaciones
de masas, sobre todo por los CDR, en la neutralización de la
contrarrevolución interna. Señaló que la potencialidad
del pueblo ya
había sido puesta a prueba en el mismo día del triunfo de
la
Revolución.
Recordó cómo el pueblo entero se movilizó contra el
intento de
golpe de Estado para frustrar el triunfo revolucionario, se incorporó
a la Huelga General de Enero de 1959 y paralizó el país.
El pueblo
tomó los cuarteles en muchas ciudades y desarmó a la policía.
Después para enfrentar las actividades contrarrevolucionarias, se
integró en los CDR.
Fidel manifestó que en los días de Girón, ni aún
arrestando a nadie
los órganos de la Seguridad, la "oposición" no hubiera podido
hacer
nada ante las organizaciones de masas, los sindicatos, todo el
pueblo organizado, que habría impedido cualquier actividad de la
contrarrevolución interna.