Victoria pírrica o derrota moral de Estados Unidos en Ginebra
Discurso pronunciado por el presidente Fidel Castro, con motivo del
40 aniversario de la derrota del imperialismo en Playa Girón, el
19 de
abril del 2001.
Familiares de los caídos;
Combatientes de Playa Girón;
Compatriotas:
Hace tres días conmemoramos la proclamación del carácter
socialista de la Revolución, y rendimos tributo a los jóvenes
artilleros caídos en combate al repeler el cobarde y sorpresivo
ataque de aviones pertenecientes al gobierno de Estados Unidos,
disfrazados con los colores de la aviación cubana. Hoy
conmemoramos la aplastante victoria de las fuerzas revolucionarias
y la primera Derrota del imperialismo en América.
El hecho de que Playa Girón cayera en nuestras manos 66 horas
después que los exploradores de la fuerza invasora pisaran las
costas de nuestra patria, demuestra el vigor del fulminante
contraataque a que fueron sometidos los invasores. Se luchó
incesantemente día y noche sin un solo minuto de tregua. A tres
millas de la costa una fuerte escuadra norteamericana, que incluía
un portaaviones e infantería de marina lista para intervenir,
observaba el desarrollo de la contraofensiva revolucionaria, a tal
ritmo que, si recibía la orden de actuar, ya no había fuerza
invasora
que apoyar ni pista segura donde un gobierno títere pudiera
aterrizar.
No hace falta entrar en detalles. En la reciente conferencia titulada
Girón: 40 años después, se hizo una descripción
bastante
pormenorizada de los acontecimientos, que fue transmitida a todo
el pueblo en el espacio de las Mesas Redondas durante 9 días.
Nuevos libros se han escrito y se continuarán escribiendo. Dos
generaciones de cubanos necesitaban conocer, de la forma más
viva y realista posible, acontecimientos de gran importancia en los
que participaron sus padres y abuelos, o los vivieron muy de cerca.
La avidez creció en las últimas semanas después de
la conferencia
mencionada y al cumplirse la fecha exacta del 40 aniversario. Sin
duda, conocer por boca de los que aún pueden relatar la historia
con
recuerdos todavía frescos y los documentos necesarios, no es lo
mismo que recibir noticias a través de los fríos relatos
y antiguas
estampas de lo ocurrido, por ejemplo, cuando la toma de La
Habana por los ingleses o la derrota de Napoleón en Waterloo.
Después del triunfo de la Revolución en 1959, ningún
hecho marcó
tanto el destino y el futuro de nuestro pueblo como la batalla de
Playa Girón.
El lunes hablábamos de lo que significó el socialismo para
nuestra
patria como proceso revolucionario que nos ha colocado en lugar
cimero en la historia actual de las naciones latinoamericanas y
caribeñas. Siento especial necesidad en este momento de recordar
e invocar a José Martí. Cuando escribía su famosa
carta inconclusa,
confesó que todo lo que hizo hasta ese día y haría
después era para
evitar con la independencia de Cuba que Estados Unidos cayera con
una fuerza más sobre nuestras tierras de América. En ese
minuto
no pudo saber que breves horas más tarde moriría. Y murió
físicamente para volver a nacer convertido en ideas y continuar
haciendo lo que dijo que haría, no sólo impedir a tiempo
que Cuba
fuese parte de una fuerza que cayera sobre los pueblos de América,
sino para que ella fuese trinchera de ideas e inexpugnable fortaleza
frente al enemigo de los pueblos latinoamericanos, y cuyos hijos, al
servir a su otra patria que él llamara humanidad, sirvieran también
a
la causa de muchos otros pueblos del mundo (Exclamaciones y
aplausos).
Su Revolución, reiniciada el mismo año de su centenario por
quienes
de él tuvimos el privilegio de recibir la luz inspiradora de su
infinito
patriotismo, venciendo una y otra vez azarosos reveses y
montañas de obstáculos al parecer insalvables, entró
victoriosa en
el nuevo milenio.
Al resistir 42 años de bloqueo y guerra económica, impuestos
por
aquella potencia que no pudo apoderarse de Cuba; al soportar
inmutables no sólo sabotajes, terrorismo, intentos de asesinatos
de
sus dirigentes, agresiones biológicas, e incluso los riesgos de
una
guerra nuclear, sin ceder un ápice de sus principios; al sufrir
10 años
terriblemente duros de período especial, cuando otros dejaron de
cumplir sagrados deberes que como gran privilegio les había
concedido la historia humana; al no vacilar en seguir adelante
cuando se vio sola frente al imperio que Martí vislumbró,
convertido
ya en superpotencia hegemónica, que empleó contra ella todo
su
poder político, ideológico y económico para aislar
a su pueblo,
asfixiarlo y rendirlo por hambre y enfermedades, Cuba no pudo ser
vencida por el poderoso imperio (Aplausos y exclamaciones de: "¡Y
nunca lo será!").
El día que arribamos al tercer milenio, el primero de enero del
2001,
a la hora exacta en que comienza cada nuevo año, también
de
imborrables recuerdos e insuperable simbolismo para la Revolución
Cubana, asestamos al imperialismo ante los ojos de América y del
mundo su segunda gran derrota (Aplausos).
Patria y Humanidad se han unido inseparablemente, por la historia y
para siempre, en la mente y el corazón del pueblo cubano
(Aplausos).
Tus ideas, Martí, que en nosotros se han insertado con las de aquel
que, como nos dijiste, por haberse puesto del lado de los pobres
merecía honor, y las del otro gigante que estudió a fondo
y
describió con irrebatibles pruebas lo que tú fuiste el primero
en
descubrir y llamar imperialismo en el sentido más moderno del
concepto, han demostrado ser mucho más fuertes que todo el
poder del mayor imperio que ha existido jamás. ¡A ti consagramos
este 40 aniversario de la primera victoria! (Exclamaciones.) Ante ti
juramos luchar hasta la última gota de sangre por la patria y por
la
humanidad. Ante ti juramos que los sacrificios de los que cayeron
desde La Demajagua hasta Girón, y de los que dieron sus vidas
jóvenes, generosas y nobles combatiendo en llanos, montañas
y
pueblos de cualquier rincón de la patria chica, o en otras tierras
del
mundo que reclamaban el concurso de sus modestos esfuerzos, en
lejanos rincones de la patria grande, no fueron ni serán en vano
(Exclamaciones de: "¡Juramos!"). Tampoco fueron ni serán jamás
en vano el sudor y el sacrificio de millones de héroes anónimos
que
con su trabajo y esfuerzo han sido capaces de construir y preservar
la Cuba hermosa de hoy, y legar a las futuras generaciones la Cuba
mucho más hermosa de mañana (Exclamaciones).
Hoy recibirán honrosas condecoraciones como Héroes de la
República de Cuba 11 compañeros que han servido a la Revolución,
la Patria y el Socialismo durante más de 40 años, combatientes
o
no de Girón, por llevar consigo cada uno de ellos varios o muchos
pedazos de nuestra historia a lo largo de casi medio siglo, desde el
asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, hasta hoy 19 de
abril del 2001. Nunca lo pidieron, nunca tal vez lo pensaron, ninguno
de ellos conoce que recibirán tan alto honor, pero queremos
condecorarlos aquí, en este 40 aniversario de la gran victoria,
como
tributo a todos los que en aquellos días decisivos supieron luchar
y
supieron morir por la vida y el destino de los 11 millones de cubanos
que somos hoy, por los cientos de millones de latinoamericanos y
caribeños, por los miles de millones de seres humanos hoy
saqueados y explotados de países que ayer fueron colonias
suministradoras de esclavos, materias primas y oro, y hoy
suministran mano de obra barata y recursos materiales no
renovables bajo el peso insoportable del yugo imperialista.
Prometimos hablar cosas interesantes relacionadas con la victoria
pírrica o la derrota moral de Estados Unidos en Ginebra. Ayer
nuestro pueblo recibió las primeras noticias. El viernes comenzará
el
análisis profundo. Mucho es lo que tendrán que escuchar el
imperio
y sus secuaces.
Hoy es un día de gloria que nada ni nadie podrá borrar de
la historia.
Recordando la proeza, recordando a los caídos, recordando a los
hijos humildes del pueblo que asestaron un golpe demoledor al
orgullo y prepotencia del imperio, en este lugar sagrado y lleno de
simbolismo no diremos en esta ocasión: Patria o Muerte, Socialismo
o Muerte; digamos en cambio, desde lo más profundo de nuestros
corazones:
¡Viva la Patria! (Exclamaciones de: "¡Viva!")
¡Viva el Socialismo! (Exclamaciones de: "¡Viva!")
¡Viva la Victoria!(Exclamaciones de: "¡Viva!")
(Exclamaciones de: "¡Viva Fidel!")