Girón: el noticiero de la invasión
Con la visita al lugar donde se desarrollaron las acciones combativas
en abril de 1961 concluyó la Conferencia Académica Girón
40 años
después
Ventura de Jesús
CIENAGA DE ZAPATA.—Después de Girón, Cuba es casi
imposible de olvidar. Los motivos de su celebridad son múltiples,
pero el más legítimo de todos es que demostró al mundo
la
vocación revolucionaria de un pueblo dispuesto a defender su
soberanía a cualquier precio.
La certeza de esa realidad suscitó la intervención de
Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano, en
la última jornada de la Conferencia Académica
Girón 40 años después, que tuvo como colofón
una visita
de todos los participantes al escenario donde se
desarrollaron las acciones combativas de aquel abril de 1961.
Los cubanos esperamos de este encuentro algo más que
revelaciones, exactitudes históricas y precisiones del pasado,
aseguró Alarcón, convencido de que la lección más
importante de
la Conferencia, realizada en un espíritu constructivo y respetuoso,
dijo, es que logre modificar la actitud de Estados Unidos hacia
Cuba, que siempre ha ignorado que somos una nación libre,
soberana e independiente.
La mejor influencia no debe terminar en el elemento histórico
porque, subrayó, fue precisamente la pretensión anexionista
la que
condujo al drama de Girón. Comentó que esa aspiración
norteamericana existía incluso antes de que naciera la mayoría
de
los revolucionarios que participaron en la primera guerra por la
independencia. "Es anterior al origen mismo de la nación cubana",
precisó.
Desafortunadamente, ese interés sigue presidiendo la política
de
EE.UU. hacia la Isla, a diferencia de que ya no es solo una
operación encubierta como hace 40 años —dijo el miembro del
Buró Político—, sino que está acompañada de
una sanción
legislativa y presidencial y se refleja en leyes que se difunden por
todo el mundo.
Significó finalmente que el mayor legado de lo que sucedió
hace 40
años, además de ser la primera vez que peleamos por el
Socialismo, es que los cubanos de verdad no van a renunciar a su
independencia, algo que debieran comprender quienes toman las
decisiones en aquel país, para "que no nos obliguen a tener que
demostrar una vez más que en cualquier terreno continuaremos
defendiendo nuestra soberanía".
ADMIRACION POR LOS CAIDOS
El recorrido de los invitados provenientes de Estados Unidos, entre
los que se incluían a 5 de los integrantes de la Brigada 2506, así
como investigadores de las acciones y combatientes cubanos, se
inició por el Central Australia, lugar donde se estableció
el puesto
de mando.
Fue apreciable el desconcierto de los visitantes al detenerse en los
testimonios de los hechos que trascienden en documentos y sobre
todo en imágenes. Hubo alusiones y confesiones personales. El
ex invasor Mario Cabello, quien vino a bordo del
Houston, reveló: "No estoy arrepentido, pero aquello ya acabó,
no
quiero mirar más hacia atrás. Antes de venir, mi hijo me
preguntó si
yo seguía siendo el mismo, que si me había vuelto comunista.
Le
respondí que se trataba de un acto de amor, porque me he
adaptado a vivir fuera de mi país, pero no me he asimilado".
Alfredo Durán, otro ex invasor, reconoció que fue importante
concluir la Conferencia en Girón, porque hacía más
verosímil lo
ocurrido 40 años atrás.
Una vez en Playa Girón, después de estar en Playa Larga,
los
visitantes pudieron ver todavía con un sentido más crudo
la realidad
de los sucesos. En el museo conmemorativo de la gesta victoriosa
está quizás el recuerdo más impresionante de la epopeya.
Muchos no pudieron resistir la tentación de asomarse a
la playa, entre ellos Arthur Schlesinger, quien fuera
asistente del presidente John F. Kennedy en 1961. Algún
rato después, durante la conferencia de prensa, puso
en claro que Girón había sido un fiasco político.
"Eso
justifica mi oposición desde un principio a esa aventura".
José Ramón Fernández, vicepresidente del Consejo de
Ministros,
dijo finalmente que con la victoria de Girón la Revolución
cubana
consolidó su poder, mostró su pujanza e hizo bueno que toda
revolución verdadera tiene que ser capaz de saberse defender por
sí misma. "Defendimos ayer lo mismo que defendemos hoy y
defenderemos siempre: el derecho a nuestra soberanía e
independencia", sentenció.