El plan de la invasión estaba concebido para propiciar la intervención
POR PEDRO A. GARCIA --del diario Granma--
Hay quienes atribuyen el fracaso de EE.UU. en Girón a que no se
produjo el levantamiento popular interno en Cuba que profetizaba la
CIA. Pero, ¿realmente esa agencia lo previó para el éxito
de su
operación? En opinión de Fidel, compartida por muchos académicos
y actores directos, el plan de la invasión estaba concebido para
propiciar la intervención militar norteamericana.
Ese fue el consenso de los participantes
de la recién concluida Conferencia
Académica Girón: 40 años después,
cuyas sesiones de trabajo se trasmiten
de forma diferida en estos días en el
espacio de la Mesa Redonda. En el día de
ayer, pudimos observar la primera parte
de los debates del segundo panel,
dedicado a La respuesta de Cuba a la
amenaza y agresión norteamericanas.
El investigador cubano Juan Carlos
Rodríguez, autor de libros sobre el tema,
inició las discusiones al exponer que el
triunfo de Cuba se había basado en tres
pilares fundamentales: la acertada
dirección de la jefatura de la Revolución;
la preparación del pueblo para la batalla; y
la solidaridad internacional.
Recalcó que los invasores no pudieron apoyarse en la
contrarrevolución interna ni en las fuerzas irregulares que operaban
en las montañas. En Cuba, afirmó, existía conocimiento
de la
invasión pero no se sabía por dónde ni qué
día se iba a producir.
Como punto para el debate, citó una afirmación de Allen Dulles,
jefe
de la CIA en 1961, quien dijera a la agencia de prensa AP: "No
esperábamos un levantamiento interno, sino otros
acontecimientos".
LA OBRA DE LA REVOLUCION
Para explicar el apoyo abrumadoramente mayoritario del pueblo a la
Revolución, traducido en los 500 000 ciudadanos que se enrolaron
voluntariamente en las milicias, Pedro Miret, vicepresidente del
Consejo de Ministros, se refirió a la obra revolucionaria en los
tres
primeros años y cómo se resolvieron problemas acuciantes
de la
sociedad cubana, como el de la tierra y el desempleo.
Desaparecieron los llamados "niños de la calle" (todos comenzaron
a asistir a clases, se crearon entonces más
de 5 000 aulas y 200 escuelas), se inauguraron centros hopitalarios
(uno de ellos, en Cayo Ramona, sería usado por los propios
invasores), desaparecieron la prostitución, el juego y la droga,
la
mafia fue expulsada de Cuba.
Sobre la preparación militar del pueblo habló José
Ramón
Fernández, vicepresidente del Consejo de Ministros, quien subrayó
el carácter voluntario y la alta exigencia de requisitos para entrar
a
la milicia por aquellos días, la cual incluía las fuertes
marchas de 62
kilómetros y ascensos en más de una oportunidad al Pico Turquino.
Señaló que el 90 % de los efectivos que combatieron en Girón
dentro de las tropas cubanas pertenecían a las milicias y que esta
fue uno de los factores decisivos en la victoria. Añadió
que en Girón
no hubo desertores ni arrepentidos dentro de nuestras fuerzas.
EL LEVANTAMIENTO INTERNO
Wayne Smith, tercer secretario de la embajada de EE.UU. en La
Habana de 1958 a 1961, declaró que no parecen haber existido
evidencias de la posibilidad de un levantamiento popular interno
contra la Revolución en los días de Girón. Dijo que
en los informes
de esa sede diplomática a su gobierno se subrayó siempre
el apoyo
del pueblo al Gobierno Revolucionario.
Relató que en conversaciones con funcionarios de la CIA, oyó
a
estos referirse acerca de que el ejército y la milicia cubanos no
combatirían en caso de una agresión. "No sé en qué
se basan para
decir eso, les dije, se ve claro que van a combatir, no es como en
Guatemala, este no es un ejército profesional sino un ejército
revolucionario".
Ante preguntas sobre si en Girón la CIA había seguido el
"modelo de
Guatemala–1954", Piero Gleijeses, de la Universidad John Hopkins,
puntualizó que no hubo un estudio post mortem de la operación
intervencionista en la nación centroamericana, aunque prevalecía
en
la agencia la convicción de que un caribeño no iba a pelear
si detrás
de los invasores estaban los EE.UU.
Eso fue lo que creyeron los miembros de la Brigada 2506, prosiguió,
que la milicia no iba a combatir. Agregó que la CIA sí consideró
la
posibilidad de que la milicia "podía no desmoronarse", pero lo
fundamental en la operación era consolidar una cabeza de playa en
Girón, pues en ese caso Kennedy no tendría otro remedio que
intervenir con los marines.
Fidel coincidió plenamente con el académico Gleijeses. La
lógica de
la operación, dijo, era consolidar una cabeza de playa y asegurar
el
aterrizaje del "gobierno" de los invasores como paso previo para la
intervención. El lugar era perfecto para una operación de
ese tipo;
idóneos el empleo de paracaidistas y el número de hombres
de la
brigada para ese propósito.
El Comandante en Jefe afirmó que la operación nunca estuvo
concebida para que se produjera un leventamiento interno, sino
para ocupar un teritorio difícil de recuperar, pues suponían
un
dominio aéreo total (habían previsto destruir toda la aviación
de las
FAR con los bombardeos del 15 de abril).
Reiteró que el plan fue elaborado para propiciar una intervención
norteamericana. Lo del levantamiento interno es una idea peregrina,
precisó, aunque los que hayan informado de su posibilidad hubieran
creído en eso, el plan pretendía conducir a Kennedy a una
intervención militar aunque él hubiera estado opuesto a eso.
Tanto Alfredo Durán, de la Brigada invasora 2506, como Wayne
Smith mostraron una total coincidencia con los planteamientos de
Fidel. El ex diplomático manifestó que funcionarios de la
CIA que
prepararon la operación creyeron que una vez que las tropas
desembarcaran en la playa, el mandatario estadounidense cambiaría
de idea.
Los dos asesores de Kennedy, Richard Goodwin y Arthur Schlesinger
Jr., declararon que la CIA nunca mencionó en sus conversaciones
con el mandatario la posibilidad de intervención directa por parte
de
los Estados Unidos. Ambos coincidieron en que la agencia subestimó
al Presidente asesinado, quien en opinión de ellos, hubiera
mantenido su oposición a la entrada de tropas norteamericanas en
el conflicto.