Cuba desclasificará documentos que contribuirán a esclarecer la historia de Playa Girón
• Debe ser un interés para ambas partes dejar esclarecidos
nítidamente, por medio de la Conferencia Científica Girón,
40 años
después, todo lo concerniente a la invasión, declaró
a Granma
Internacional José R. Fernández, presidente de la comisión
organizadora
POR GABRIEL MOLINA
HAY no pocos temas polémicos que la Conferencia Científica
Girón,
40 años después, que se efectuará del 20 al 25 de
marzo, podría
abordar. El general (r) José R. Fernández, actual vicepresidente
del
Gobierno cubano, considera que debe ser un interés para ambas
partes dejar nítidamente esclarecidos los orígenes, antecedentes,
causas, procedimientos y los hechos mismos de la invasión
organizada y financiada por Estados Unidos en abril de 1961.
Uno de ellos es la controvertida situación sobre Cuba. Kennedy había
sido informado por primera vez sobre esos planes el 17 de
noviembre de 1960, después de que en sus discursos electorales
criticó a la administración de Eisenhower por lo que calificó
como
pasividad frente a la Revolución Cubana.
Sin embargo, su contrincante por el Partido Republicano, Richard M.
Nixon, sabiendo que Allan Dulles había informado a Kennedy acerca
de Cuba, supuso que el jefe de la CIA le había hablado también
de las
operaciones que se preparaban. En consecuencia, llegó a la
conclusión, y así lo dijo después, de que Kennedy
estaba intentando
atribuirse la paternidad del operativo de invasión. Cuando al día
siguiente tuvo lugar el cuarto debate en la televisión, Nixon acusó
a
Kennedy de intentar robarle su propio plan.
"Ni Kennedy ni su equipo sabían nada del ejército secreto
cubano en
Guatemala, ni pensaban en ninguna empresa de ese tipo —escribió
Arthur Schlesinger, asesor y amigo del asesinado presidente, en su
libro Los mil días de Kennedy, publicado en 1965—. El entonces
candidato demócrata dio una respuesta evasiva a Nixon y en el
escaso mes que quedaba de la campaña electoral, no habló
más del
tema Cuba.
En The Strategy of Peace, Kennedy describió a principios de 1960
al líder cubano como "parte de la herencia de Bolívar". Expresó
que
posiblemente habría seguido "un curso más razonable" si Estados
Unidos no hubiese respaldado tanto tiempo la "brutal, sangrienta y
despótica dictadura de Fulgencio Batista y hubieran dado a Castro
una acogida más cálida en su viaje a Washington".
La guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética
había creado
un clima de temor a una conflagración mundial. Varias veces el
premier Jruschov declaró que su país no toleraría
una agresión de
Estados Unidos a Cuba.
Al calor de la campaña, el tema de Cuba fue creciendo en importancia
y en retórica. Las medidas del Gobierno de Eisenhower contra la
Revolución, lejos de amedrentarla, provocaron respuestas que
afectaban los cuantiosos intereses norteamericanos. En tal clima,
Kennedy manifestó que Fidel "había traicionado los ideales
de la
Revolución y transformado a Cuba "en un hostil y militante satélite
comunista" .
La intolerancia política nacida en la guerra fría, así
como la guerra de
Corea alimentada por el fundamentalismo del senador McCarthy a
principios de los años 50, habían sensibilizado a la opinión
pública
norteamericana. Y el candidato demócrata llegó a la conclusión
que
valía más para sus aspiraciones presidenciales tomar una
posición
contra la Revolución Cubana, la cual, ante
la hostilidad de Estados Unidos, se acercaba a la Unión Soviética.
Las
acciones de Washington para aislar a Cuba y bloquear incluso la
compra de armamento y los amistosos gestos de Nikita Jruschov,
aconsejaban a los revolucionarios cubanos a buscar una
indispensable ayuda internacional que sólo estaban dispuestos y
preparados para brindar los soviéticos.
Sin embargo, una vez la elección ganada, según Schlesinger,
cuatro
días antes de ser informado por Dulles de la magnitud del proyecto,
el 14 de noviembre de 1960, el presidente electo John F. Kennedy
"pidió a John Sharon que le indicara el alcance y efectividad del
bloqueo comercial contra Cuba y las posibilidades de un
acercamiento".
Desde entonces Kennedy se halló en el centro de la polémica
en el
seno de su Gobierno sobre la agresión contra Cuba. Siempre estuvo
dubitativo sobre la conveniencia de realizarla. Pero los que estaban
en contra de la agresión constituían la minoría.
Kennedy no supo medir la trascendencia que sus pasos sobre Cuba
iban a asumir no sólo para las Américas, sino también
para el mundo
de esta época.
De decidirse a impedir la agresión y seguir lo que su juicio en
realidad
le dictaba, tal vez habría sido otra la historia no sólo
de Cuba, de
todo el Tercer Mundo en el siglo XX. Tal vez habría paz y prosperidad
para los países pequeños en el nuevo milenio, pues la invasión
definió
de un modo rotundo la posición histórica de Estados Unidos
sobre la
Revolución Cubana y sobre todo respecto al movimiento de
liberación en los últimos 40 años.
Con el vicepresidente Fernández inquirimos sobre las posibilidades
de
alcanzar los objetivos de la Conferencia: establecer toda la verdad.
JRF: Se han cursado invitaciones a diferentes personalidades, algunas de
las
cuales ya han aceptado, y las respuestas de otras están pendientes.
Ratifico
que estamos invitando a actores, políticos, ejecutores de la invasión
de la
parte extranjera, es decir, a miembros de la brigada 2506 y personas que
se
han dedicado a estudiar estos hechos, y habrá una amplia participación
de la
parte cubana.
"Es decir, se trata de personas que puedan contribuir, como actores
o como académicos, a esclarecer lo acontecido; también a
analizar
la documentación accesible sobre la invasión de Girón
y las
publicaciones disponibles; a valorar aquel suceso y la muy importante
evidencia que pueden dar los participantes directos, de modo que
ayuden a dilucidar todo lo relacionado con la invasión
mercenaria, así como las circunstancias y fuerzas que motivaron
la
invasión a nuestra Patria y la forma, los organismos y personas
que
en todo ello participaron.
"Otra cuestión importante a tener presente es la referida a la
desclasificación de documentos. Los diferentes organismos
incumbentes de Cuba, Ministerio de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias, Ministerio del Interior, Ministerio de Relaciones
Exteriores y otros, vienen analizando los documentos clasificados
que tienen que ver con aquel evento, que ya están siendo sometidos
a la consideración del Jefe del Organismo que los clasificó,
y que en
los casos necesarios, ulteriormente serán puestos a consideración
de
la autoridad con facultades suficientes para tomar la decisión.
"Pensamos desclasificar una cantidad importante de documentos,
que han de contribuir a esclarecer los hechos, que permitirán dejar
fundamentado cuál ha sido y es nuestra posición y, en definitiva,
constituirán un aporte al esclarecimiento de la historia.
"Esperamos en esa oportunidad confrontar la historia real con las
motivaciones y criterios que sobre estos hechos tienen los entonces
dirigentes políticos y militares de los Estados Unidos, que auspiciaron
y fueron los creadores de esa agresión y así tener la posibilidad
de
darlos a conocer al mundo con rigurosidad histórica.
"Hemos visto también algunos libros mucho más falaces que
reales,
dedicados a desvirtuar la verdad y a justificar lo injustificable, que
en
ocasiones llegan a pintar victorias, para las armas y las personas, que
nunca existieron en el campo de batalla. Por ello insistimos en lo que
debe ser un interés para ambas partes: dejar esclarecidos con la
mayor nitidez posible los orígenes, las causas, los procedimientos
y
todo lo que antecedió a la invasión y la batalla en sí
misma y las
secuelas que ésta ha dejado.
"La conferencia será de un incalculable valor, ya que logrará
que los
hechos acaecidos sean recogidos por la historia con toda justeza y
rigor. Lo primero que resaltará en el desarrollo de la conferencia
será
el heroísmo del pueblo cubano y la sabiduría y visión
estratégica de
Fidel dirigiendo la lucha que derrotó aquel criminal ataque, que
no era
otra cosa que una continuación de las múltiples formas de
agresión
que había venido sufriendo nuestro país desde el triunfo
de la
Revolución, y aún desde antes, porque hicieron todo lo posible
para
que esta Revolución no llegara al poder, agresión que continúa
todavía hoy, aún con más saña y en las formas
más diversas.
"El esclarecimiento de este hecho histórico con todo rigor, debe
ser
un elemento importante para que las jóvenes generaciones de hoy
y
las que están por venir, comprendan los obstáculos que enfrentó
en
esa época la Revolución y les sirva de enseñanza,
de modo que se
refuercen sus convicciones y espíritu patriótico como elemento
esencial para mantener la soberanía y llevar adelante la lucha en
defensa de nuestro pueblo.
¿Cuál fue a su juicio la diferencia entre las fuerzas invasoras
y
las defensoras?
JRF: Lo que decidió entre la victoria y la derrota es que las fuerzas
de
milicias y las tropas patriotas participantes tenían una conciencia
clara de qué
defendían y eso los motivó a luchar con ardor y a no descansar
hasta lograr la
victoria, arriesgando la vida y haciendo múltiples sacrificios.
"Sabían que defendían las conquistas de la Revolución,
sus fábricas,
sus centrales, su educación, su salud pública, la justicia
social, la
eliminación de la discriminación y la dignidad de saberse
representantes y defensores de un pueblo soberano. Se sabían
dirigidos por Fidel y esto les inspiraba seguridad y confianza, lo que
hizo que cada combatiente, desde el jefe hasta el más recientemente
incorporado a la lucha, lo hiciera con la firme decisión de vencer.
"Los invasores tenían una gran desventaja, no venían a defender
esas conquistas, no venían a defender la Patria, venían a
tratar de
reconquistar prebendas y privilegios, riquezas y posiciones y por esas
causas es difícil que los hombres estén dispuestos a dar
la vida.
Sabían en última instancia o debían comprenderlo,
que estaban
luchando por un interés mezquino, por un privilegio y por eso es
difícil
que haya la firme decisión de luchar hasta el final.
"El factor principal en toda lucha armada, más importante que todas
las armas, es el hombre, son los motivos que lo impulsen a luchar y
esos motivos la brigada invasora no podía tenerlos, no los tenía.
"Esto lo saben bien los norteamericanos, lo comprobaron en Vietnam
y lo sabía bien el ejército de la tiranía batistiana,
que en cada uno de
los casos no pudieron vencer a los pueblos, por la plena convicción
que éstos tenían de la justeza de su causa y el espíritu
de lucha que
ello despertaba.
"En Girón, no hay duda de que los mercenarios estaban más
entrenados y mejor organizados, pero las fuerzas del pueblo, que
defendían una causa justa y que estaba representado por sus milicias
y sus fuerzas armadas, se impuso de un modo contundente y en
menos de 68 horas fue aplastada la invasión mercenaria al costo
de
la sangre de más de 150 patriotas, que son hoy reconocidos y
venerados como héroes eternos de la Patria."
¿Cómo han evolucionado, en su criterio, los inductores de
la
invasión?
JRF: Opino que han evolucionado. He leído obras escritas por algunos
de
ellos y considero que en sentido general, hasta el propio presidente Kennedy,
independientemente de que continuó manteniendo la guerra contra
Cuba,
también al final había evolucionado en sus ideas, por lo
menos así lo percibo
yo.
"Creo que muchos, incluso algunos de la CIA, también se han
arrepentido, aunque pienso, diciéndolo con franqueza, que esos
enemigos de clase, consecuentes con sus ideas, más bien se
arrepintieron de los métodos utilizados; lamentan la derrota y que
no
consiguieron el fin que perseguían; culpan de esa derrota a diversos
factores y se niegan a reconocer el papel jugado por un pueblo
consciente que luchó de modo resuelto bajo la dirección de
Fidel.
"Finalmente deseo señalar que en el fondo, como adversarios de
clase, con convicciones dadas por intereses que representan y
defienden, coinciden —como regla general— en querer acabar con la
Revolución Cubana por uno u otro "carril", para emplear sus propias
palabras."
¿Cómo son sus recuerdos de la contienda?
JRF: El desembarco se registró en la madrugada del día 17
de abril.
Paracaidistas ocuparon los caminos de acceso a la ciénaga de Zapata,
entre
ellos el poblado de Pálpite. El resto de sus fuerzas desembarcó
por Playa
Larga, una parte, y por Playa Girón, la otra parte.
"El batallón 339 se encontraba de guarnición en la zona y
estaba
ubicado en el Central Australia, 34 kilómetros al norte de Playa
Larga.
"Antes de las ocho de la mañana ya estaban en la zona dos
batallones de las Milicias Nacionales Revolucionarias de Matanzas,
muy débilmente armados, incluso recuerdo que con fusiles y sólo
20
cartuchos por cada uno de los efectivos, sin otro tipo de armas.
"Antes de las 9 de la mañana llegó al Central Australia —la
fábrica de
azúcar donde estaba el comando provisional— la Escuela de
Responsables de Milicias de Matanzas, para unirse al batallón 339
de
las Milicias de Cienfuegos, que se encontraba en la zona y fue el
primero en luchar contra el desembarco y a los dos batallones que
habían llegado antes.
"Se había ya realizado la primera acción de resistencia frente
al
enemigo, y Fidel nos dio la orden de tomar a Pálpite. Quiero decir
que, en los primeros momentos, no pensé que estábamos haciendo
frente al desembarco principal; creía que era una operación
diversionista del enemigo, pero pronto nos convencimos de lo
contrario.
"En cumplimiento de la directiva de Fidel se inició el ataque y
hubo
duros combates. La Escuela de Responsables de Milicias, que tomaba
parte en la operación, fue la unidad nuestra que tuvo más
bajas en
esas acciones, con una cifra superior a los 20 muertos y 50 heridos.
"La aviación enemiga actuó violando acuerdos internacionales,
pues
sus aparatos tenían pintados los colores cubanos e insignias e
iniciales de la Fuerza Aérea cubana. Saludaban como si fueran
amigos, con el movimiento de sus alas, antes de atacar a los
efectivos revolucionarios que avanzaban.
"De todas formas, a las 11: 00 de la mañana de ese mismo día,
le
informé a Fidel: ‘Tomamos a Pálpite’. ‘Estás seguro?’,
me respondió,
‘Segurísimo’, le repliqué. ‘Entonces ya ganamos’, me dijo.
"Yo no entendí en aquel momento la razón por la cual afirmaba
esto,
pues todavía no habíamos llegado a Playa Larga, lugar en
el que
había fuerzas importantes del invasor. Después supe por el
propio
Fidel que ya les habíamos hundido dos barcos, averiado otros y
derribados varios aviones.
"’Sigue adelante y toma a Playa Larga’, me ordenó el Comandante
en Jefe, y después de intentos fallidos, en las primeras horas de
la
mañana del día 18 de abril ya estábamos entrando en
ese lugar,
luego de los duros combates de la noche anterior.
"Durante los ataques a Playa Girón el día 19 se desplegó
el batallón
123 a lo largo de todo el bosque para evitar que pudieran escapar
hacia el oeste y a medida que eran detenidos los íbamos encerrando
en las cabañas y otras instalaciones de Playa Girón. Durante
el día y
la noche se capturaron muchos mercenarios y gran cantidad de
armas; otros seguían huyendo.
"En las primeras 48 horas se destruyó la mitad de la fuerza aérea
mercenaria.
"Hay que decir que nosotros sólo teníamos siete aviones,
siete
‘cacharros’ viejos (T-33, Sea Fury y B-26), pero nuestros pilotos
demostraron que estaban dispuestos a combatir y lo hicieron con
denuedo y heroísmo. Los mecánicos de esos aviones trabajaron
incansablemente.
"Al segundo día era necesario rehacer la lista de detenidos cada
20
minutos, pues se rendían continuamente; sólo buscaban cómo
entregarse, ninguno quería pelear.
"Si analizamos todo lo que pasó en Girón, debe señalarse
que fue
una expresión de la voluntad de sacrificio, del espíritu
de vencer y de
la fe y confianza en la dirección de Fidel que han caracterizado
durante décadas a nuestro pueblo.
"Allí combatió gente que nunca antes había disparado
un tiro, pero
respondió al llamado a defender la Revolución. Durante los
combates
tuvimos algo más de 150 muertos, y ese costo, en parte, se debió
a
que aún teníamos una preparación militar incompleta."
¿Cómo fue la dirección de la defensa?
JRF: Fidel es el autor-ejecutor de la Revolución Cubana siguiendo
el Ideario
Martiano, tal como se expresó después del ataque al Cuartel
Moncada.
"Fidel organizó y llevó a cabo todo el proceso de lucha que
expulsó
del poder a la tiranía batistiana y destruyó el andamiaje
y estructura
que gobernaba a este país al servicio de los intereses de los Estados
Unidos.
"También en todo el proceso revolucionario y concretamente durante
la batalla de Playa Girón, fue Fidel quien la dirigió, él
fue el artífice que
fraguó la victoria, obtenida en menos de 68 horas, en la lucha
heroica que enfrentaron las milicias y las fuerzas armadas con la
participación de todo el pueblo.
"A mí me correspondió dirigir las acciones combativas en
la dirección
de Australia-Pálpite-Playa Larga-Playa Girón, bajo el mando
directo
del compañero Fidel. Igualmente correspondió a otros compañeros
llevar adelante tareas paralelas desde la dirección Covadonga-San
Blas-Playa Girón, o desde la dirección Yaguaramas-Horquitas-San
Blas-Playa Girón, o desde el este, a lo largo de la costa, como
fuerza
de contención.
"A todos los combatientes nos daba extraordinaria confianza la
continua y firme dirección de Fidel, desde el propio lugar de las
acciones en unos casos, o desde las otras direcciones en las que se
llevó a cabo la ofensiva contra la invasión mercenaria hasta
su último
reducto que fue Playa Girón.
"Para mí, la dirección, el contacto directo y las órdenes
de Fidel,
constituyeron un elemento primordial para las decisiones y acciones
que me correspondió tomar. Su optimismo firme y contagioso desde
los primeros momentos, y su permanente incitación a atacar sin
tregua al enemigo, fueron factores decisivos para alcanzar la victoria.
"Las justas decisiones de cómo emplear las fuerzas y medios de las
cuales disponíamos fueron un elemento decisivo. El utilizar la aviación
para atacar como primer objetivo a la flota mercenaria, quebró el
plan enemigo, al cortarle su línea de abastecimiento, hundir barcos
que transportaban una buena parte de éstos y alejar definitivamente
a los restantes de la costa donde estaban los invasores; fue un
elemento no sólo material sino también psicológico,
que desestabilizó
a los mercenarios y aceleró la victoria.
"Dirigir la ofensiva contra las fuerzas invasoras desde todas las
direcciones posibles, desde el norte, desde el noreste, desde el
oeste; y también una fuerza de contención desde el este,
sobre el
reducto central de la brigada mercenaria que era Girón; la clara
decisión de la importancia de tomar una cabeza de playa dentro de
la
tierra firme que ocupaban los mercenarios más allá de la
Ciénaga; el
ataque incesante de día y de noche sobre la fuerza invasora y
especialmente el influjo de Fidel sobre todos los combatientes
cuando permanecía en la línea del frente, con la oposición
de todos
los jefes que estábamos allí en una u otra dirección
de la ofensiva,
fue elemento catalizador que nos comprometía a todos a luchar sin
tregua hasta destruir al adversario.
"Prácticamente todos los jefes que en una u otra de las direcciones
defensivas lucharon contra la invasión mercenaria, habían
combatido
durante la lucha en la Sierra Maestra a las órdenes de Fidel. Para
mí
hacerlo resultó una enseñanza. Una experiencia inolvidable.
Fue el
ejemplo de un jefe que no sólo concibe estratégicamente las
operaciones, cuida de sus detalles y las controla de modo continuo,
sino también de un jefe que con su presencia física en el
campo de
las acciones combativas es motivo de inspiración para todos los
combatientes.
"Fidel supo dónde estaba el punto principal del adversario, lo más
urgente que había que destruir, y su presencia física reforzó
el valor y
la disposición de los combatientes."