El Nuevo Herald
miércoles, 8 de abril de 1998

Testimonio que desmiente a la CIA

Aclaraciones necesarias sobre el informe que la CIA ha hecho público acerca de la invasión de Bahía de Cochinos.

MIGUEL G. DEL VALLE

He seguido con bastante interés los informes del inspector general de la CIA, Lyman Kirkpatrick, que se vienen publicando diariamente en El  Nuevo Herald, tratando de culpar a la CIA y de exonerar al presidente John F. Kennedy del fracaso de la invasión a Cuba el 17 de abril de 1961.

Es sabido que Kirkpatrick estaba dolido y molesto con Allen Dulles, Director de la CIA, porque éste lo marginó y escogió a Richard Bissell para que dirigiera los planes destinados a eliminar la incipiente dictadura comunista que los Castro intentaban establecer en la isla.

El informe publicado hasta ahora no hace más que castigar y tratar de desprestigiar a la CIA y al mismo tiempo herir a Allen Dulles.

Todas las pruebas apuntan a que John F. Kennedy cambió los planes en más de una ocasión, dejándose llevar por sus consejeros políticos, los cuales no tenían ninguna experiencia militar convencional, y mucho menos sobre ese tipo de operación que se pensaba llevar a cabo.

La parte que me concierne y en honor a la verdad histórica, es la publicada el 20 y el 30 de marzo, donde se hace referencia al "Caso del Sea Gull''.

Yo fui miembro de la tripulación del Sea Gull como hombre rana y artillero. De los 12 tripulantes originales, quedamos 11 vivos que pueden corroborar mis afirmaciones. Uno de ellos, Arcángel Amador, murió en acción en una operación posterior.

En la línea 39 leemos: " . . .nunca se llegó a usar en una operación de infiltración''. Completamente falso y erróneo.

El Sea Gull se preparó y artilló para una sola operación, "Operación Pluto'', que fue el nombre clave que se le dio al mal llamado Fiasco de Bahía de Cochinos por nuestros flamantes ``aliados''. Nadie pensó entonces en el fracaso de tal expedición.

La operación consistía en tres fases. Una: el desembarco por las costas de Oriente del comandante Nino Díaz y sus hombres a fin de atraer hacia esa zona las tropas acantonadas en Camagüey y Oriente. Dos: el desembarco anfibio del grueso de las tropas por Playa Larga y Playa Girón. Tres: una casi desconocida hasta hace poco y en la que participó el Sea Gull: un simulacro de desembarco por la costa norte de Pinar del Río (Punta de Gobernadora) y era a la vez una maniobra para atraer hacia esa zona las tropas fidelistas acantonadas en La Habana, y de esa forma, no podrían ser usadas en el momento más crucial (el desembarco)
contra la Brigada 2506 en Bahía de Cochinos.

El buque Sea Gull no iba a ser usado para hacer infiltraciones, pues se pensaba que Castro no estaría en el poder después del 17 de abril, más sin embargo (y de eso pueden dar cuenta los hombres de las tripulaciones posteriores) el Sea Gull fue uno de los buques que más operaciones de infiltración y exfiltraciones realizó en los años siguientes al famoso descalabro.

Quiero dejar constancia de que esa casi desconocida operación, fue la única que se llevó a cabo con completo éxito y apegada a las instrucciones recibidas, lo cual logró que más de treinta mil hombres de La Habana y Pinar del Río, movilizados hacia la zona de Playa Baracoa no fueran movilizados hacia Bahía de Cochinos.

Es lamentable que todavía a estas alturas se siga tratando de exculpar de ese fracaso al presidente John F. Kennedy. Posiblemente todas las copias del famoso memorándum de Kirkpatrick (menos una), fueron destruidas por no ajustarse a la realidad.

Ex combatiente de la Brigada 2506.