Juez español Baltazar Garzón procesa a Carlos Castaño por 'respaldo armado' a narcos
Al caso también fue vinculado hoy el comerciante de esmeraldas Víctor Carranza.
El juez de la Audiencia Nacional Española notificó
que Castaño -jefe de las Autodefensas
Unidas de Colombia (Auc)- respaldaba a la narcotraficante "clan
de los mellizos", porque
"colabora con la organización como un respaldo armado
para solucionar cualquier tipo de
conflicto con otras organizaciones de tráfico de drogas".
Castaño está en permanente contacto con el Gobierno
colombiano, con el que busca acuerdos
para la desmovilización de un amplio sector de los paramilitares
de extrema derecha.
En una reacción al procedimiento de Garzón, Castaño
dirigió una carta al alto comisionado
de Paz, Luis Carlos Restrepo, en la que expresa que si el Gobierno
lo considera necesario se
retira individualmente del proceso de negociación para
no entorpecerlo.
En el mensaje dice que Garzón lo sindica "equivocadamente,
de haber protegido y apoyado a
dos narcotraficantes colombianos para desarrollar sus actividades
del narcotráfico hacia
Europa".
"Nunca he apoyado, de ninguna manera, a ningún narcotraficante
en su nefasto negocio del
tráfico de drogas. Soy enemigo del narcotráfico.
Siempre me he opuesto a esa actividad dentro
de las Autodefensas", señala en el primer punto de la
carta.
Castaño coloca dos posibilidades frente a la situación
que se acaba de generar con la decisión
del juez Garzón:
Retirarse individualmente del proceso
de negociación cuando el Gobierno lo considere.
Si el Gobierno considera que puede seguir
en el proceso de negociación, dice que
encarará la sindicación
individualmente.
Castaño y Carranza figuran en un auto de Garzón,
notificado hoy y en el que ordena el
procesamiento de otras 32 personas, entre ellas los jefes del
"clan de los mellizos" Víctor y
Miguel Angel Mejía Munera, en relación con el caso
del buque "Privilege".
Esta barco fue abordado en 2000 en alta mar ante la sospecha de
que pudiera transportar un
alijo de cocaína que nunca se halló.
Según el magistrado, el clan, que pretendía transportar
hasta Europa 5.000 kilogramos de
cocaína, decidió en el último momento que
no se cargara la droga en el buque porque uno de
sus jefes recibió la confidencia de que "lo estaban esperando".
"El motivo de tal suspensión (de la carga) se debió
a que Víctor Mejía había recibido una
confidencia de uno de sus contactos, en el sentido de que las
comunicaciones entre Colombia
y Albania (donde iba a ser desembarcada la droga) habían
sido interceptadas y que 'al barco
lo estaban esperando'", señala la resolución.
En el marco de la operación "Orinoco" -desarrollada conjuntamente
por las policías de Estados
Unidos, Venezuela, Grecia, Italia, España, Colombia, Francia
y Panamá- el 31 de agosto de
2000 el "Privilege" fue apresado en aguas internacionales, a
400 millas de
las españolas Islas Canarias.
El carguero -de 120 metros de eslora, con bandera de conveniencia
de Santo Tomé y Príncipe
y procedente de Venezuela- fue trasladado a puerto en Canarias,
donde las autoridades
buscaron la droga infructuosamente durante semanas.
Sin embargo, sólo tres días antes del abordaje España
había recibido información de las
policías italiana y venezolana de que el "Privilege" había
partido de Venezuela el 16 de julio
"transportando una importante cantidad de cocaína".
El auto judicial afirma que, en mayo de 2000, se tuvo conocimiento
de que dos miembros del
"clan de los mellizos" estaban en Madrid para ultimar "los preparativos
para la introducción de
la droga" en España y adquirir piezas para la reparación
del "Privilege".
El barco había sido adquirido en Bélgica por una
organización criminal albanesa dirigida por
Aleko Durda, que se había ofrecido al clan colombiano
para "introducir en Europa toda la droga
que pudiera ser enviada".
Los Mejía enviaron a Albania a uno de sus hombres de confianza,
Jorge Enrique García
Molinares, quien revisó la infraestructura dispuesta para
la recepción, el almacenamiento y el
transporte de la droga y negoció con los albaneses "el
tipo de carga legal más adecuada para
dar cobertura al viaje", acordando que sería el transporte
de asfalto en bidones.
Tras el regreso de García Molinares a Colombia, los Mejía
sacaron la droga del país y la
almacenaron cerca de la desembocadura del Orinoco, en territorio
venezolano, de donde
estaba previsto que partieran varios barcos para llevar a Europa
un total de 14.100 kilos de
cocaína, de los que 5.000 kilos serían transportados
en el "Privilege".
La operación de carga de la droga desde varias lanchas
rápidas resultó frustrada en un primer
momento, debido a la aparición de dos corbetas de la Guardia
Nacional venezolana, y cuando
García Molinares trató de reanudarla le comunicaron
que Víctor Mejía había ordenado
suspenderla.
"En días sucesivos, las autoridades venezolanas aprehendieron
8.100 kilos de cocaína que
estaba depositada en las inmediaciones de la estación
de pesca destinada a ser embarcada"
en el "Privilege" y en el buque "Suerte", afirma el auto.
Entre los indicios de los que ha dispuesto el juez para dictar
los procesamientos figuran tanto
las declaraciones de García Molinares como la documentación
aportada por éste, "que ha
resultado de particular trascendencia y relevancia".
También está acusado el capitán del "Privilege",
el panameño Arnoldo Antonio Aranda
Henríquez, si bien "utiliza un pasaporte que las autoridades
panameñas han calificado como
no auténtico, sin que hasta el momento presente se haya
podido establecer la identidad real
del imputado", según el auto.
Madrid
Con EFE