El Tiempo (Bogota)
Febrero 5 de 2004

 Juez español Baltazar Garzón procesa a Carlos Castaño por 'respaldo armado' a narcos

 Al caso también fue vinculado hoy el comerciante de esmeraldas Víctor Carranza.

 El juez de la  Audiencia Nacional Española notificó que Castaño -jefe de las Autodefensas
 Unidas de Colombia (Auc)- respaldaba a la narcotraficante "clan de los mellizos", porque
 "colabora con la organización como un respaldo armado para solucionar cualquier tipo de
 conflicto con otras organizaciones de tráfico de drogas".

 Castaño está en permanente contacto con el Gobierno colombiano, con el que busca acuerdos
 para la desmovilización de un amplio sector de los paramilitares de extrema derecha.

 En una reacción al procedimiento de Garzón, Castaño dirigió una carta al alto comisionado
 de Paz, Luis Carlos Restrepo, en la que expresa que si el Gobierno lo considera necesario se
 retira individualmente del proceso de negociación para no entorpecerlo.

 En el mensaje dice que Garzón lo sindica "equivocadamente, de haber protegido y apoyado a
 dos narcotraficantes colombianos para desarrollar sus actividades del narcotráfico hacia
 Europa".

 "Nunca he apoyado, de ninguna manera, a ningún narcotraficante en su nefasto negocio del
 tráfico de drogas. Soy enemigo del narcotráfico. Siempre me he opuesto a esa actividad dentro
 de las Autodefensas", señala en el primer punto de la carta.

 Castaño coloca dos posibilidades frente a la situación que se acaba de generar con la decisión
 del juez Garzón:

      Retirarse individualmente del proceso de negociación cuando el Gobierno lo considere.
      Si el Gobierno considera que puede seguir en el proceso de negociación, dice que
      encarará la sindicación individualmente.

 Castaño y Carranza figuran en un auto de Garzón, notificado hoy y en el que  ordena el
 procesamiento de otras 32 personas, entre ellas los jefes del "clan de los mellizos" Víctor y
 Miguel Angel Mejía Munera, en relación con el caso del buque "Privilege".

 Esta barco fue abordado en 2000 en alta mar ante la sospecha de que pudiera transportar un
 alijo de cocaína que nunca se halló.

 Según el magistrado, el clan, que pretendía transportar hasta Europa 5.000 kilogramos de
 cocaína, decidió en el último momento que no se cargara la droga en el buque porque uno de
 sus jefes recibió la confidencia de que "lo estaban esperando".

 "El motivo de tal suspensión (de la carga) se debió a que Víctor Mejía había recibido una
 confidencia de uno de sus contactos, en el sentido de que las comunicaciones entre Colombia
 y Albania (donde iba a ser desembarcada la droga) habían sido interceptadas y que 'al barco
 lo estaban esperando'", señala la resolución.

 En el marco de la operación "Orinoco" -desarrollada conjuntamente por las policías de Estados
 Unidos, Venezuela, Grecia, Italia, España, Colombia, Francia y Panamá- el 31 de agosto de
 2000 el "Privilege" fue apresado en aguas internacionales, a 400 millas de
 las españolas Islas Canarias.

 El carguero -de 120 metros de eslora, con bandera de conveniencia de Santo Tomé y Príncipe
 y procedente de Venezuela- fue trasladado a puerto en Canarias, donde las autoridades
 buscaron la droga infructuosamente durante semanas.

 Sin embargo, sólo tres días antes del abordaje España había recibido información de las
 policías italiana y venezolana de que el "Privilege" había partido de Venezuela el 16 de julio
 "transportando una importante cantidad de cocaína".

 El auto judicial afirma que, en mayo de 2000, se tuvo conocimiento de que dos miembros del
 "clan de los mellizos" estaban en Madrid para ultimar "los preparativos para la introducción de
 la droga" en España y adquirir piezas para la reparación del "Privilege".

 El barco había sido adquirido en Bélgica por una organización criminal albanesa dirigida por
 Aleko Durda, que se había ofrecido al clan colombiano para "introducir en Europa toda la droga
 que pudiera ser enviada".

 Los Mejía enviaron a Albania a uno de sus hombres de confianza, Jorge Enrique García
 Molinares, quien revisó la infraestructura dispuesta para la recepción, el almacenamiento y el
 transporte de la droga y negoció con los albaneses "el tipo de carga legal más adecuada para
 dar cobertura al viaje", acordando que sería el transporte de asfalto en bidones.

 Tras el regreso de García Molinares a Colombia, los Mejía sacaron la droga del país y la
 almacenaron cerca de la desembocadura del Orinoco, en territorio venezolano, de donde
 estaba previsto que partieran varios barcos para llevar a Europa un total de 14.100 kilos de
 cocaína, de los que 5.000 kilos serían transportados en el "Privilege".

 La operación de carga de la droga desde varias lanchas rápidas resultó frustrada en un primer
 momento, debido a la aparición de dos corbetas de la Guardia Nacional venezolana, y cuando
 García Molinares trató de reanudarla le comunicaron que Víctor Mejía había ordenado
 suspenderla.

 "En días sucesivos, las autoridades venezolanas aprehendieron 8.100 kilos de cocaína que
 estaba depositada en las inmediaciones de la estación de pesca destinada a ser embarcada"
 en el  "Privilege" y en el buque "Suerte", afirma el auto.

 Entre los indicios de los que ha dispuesto el juez para dictar los procesamientos figuran tanto
 las declaraciones de García Molinares como la documentación aportada por éste, "que ha
 resultado de particular trascendencia y relevancia".

 También está acusado el capitán del "Privilege", el panameño Arnoldo Antonio Aranda
 Henríquez, si bien "utiliza un pasaporte que las autoridades panameñas han calificado como
 no auténtico, sin que hasta el momento presente se haya podido establecer la identidad real
 del imputado", según el auto.

 Madrid
 Con EFE