Otro grupo paramilitar propone una negociación para la paz en Colombia
LUIS J. ACOSTA / Reuters
URABA, Colombia
Un grupo paramilitar que controla una región estratégica de Colombia, fronteriza con Panamá, propuso al gobierno iniciar una negociación de paz con la condición de que asuma el compromiso de contener a la guerrilla izquierdista, el narcotráfico y combatir la pobreza.
De prosperar la iniciativa del Bloque Elmer Cárdenas (BEC) de las Autodefensas Campesinas, con presencia en 22 pueblos de los departamentos de Antioquia y Chocó, en una zona selvática y montañosa estratégica para el tráfico de drogas y de armas, podría concluir con la entrega de armas de 2,000 combatientes.
La negociación de paz con el BEC sería independiente a la que mantiene el gobierno del presidente Alvaro Uribe con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), la mayor organización paramilitar del país, y que busca que unos 20,000 combatientes entreguen sus armas antes de que finalice el 2005.
''Se han dado avances, se ha logrado construir una amistad, un respeto, una corresponsabildad de necesidad de buscar salida a uno de los problemas que aqueja a nuestra región y al país, pensamos que va a dar fruto'', dijo el comandante del BEC, José Alfredo Berrío Alemán, en una reciente entrevista con Reuters.
El jefe paramilitar, dentro de una casa de madera y techo metálico en uno de sus campamentos en medio de una zona montañosa y selvática, confió en que el gobierno del presidente Uribe acepte su oferta de paz.
A diferencia del proceso de paz con las AUC, de las que se separó el BEC, su propuesta de negociación busca que el gobierno asuma la contención de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que buscan retomar el control de la zona del Urabá, que combata el narcotráfico y la pobreza extrema en la que viven miles de habitantes.
La propuesta de paz que se denomina Proyecto de Alternatividad Social --PASO--, es analizada por el alto comisionado para la paz, Luis Carlos Restrepo, quien no ha dado respuesta hasta el momento.
La negociación de paz con las AUC se ha concentrado en la entrega de las armas, la desmovilización y la reinserción a la vida civil de los combatientes de ese grupo armado ilegal.
''Será que si nosotros entramos en una negociación apresurada con el ánimo de simplemente pretender arreglar los problemas de unos o de otros y no arreglamos el problema de raíz, de unas comunidades sumidas por la más profunda pobreza y abandono de Estado qué podremos esperar mañana?'', se preguntó Alemán, quien vestía pantalón verde, una camiseta negra y portaba una pistola.
El BEC controla una zona en donde están ubicadas las más extensas plantaciones de banano de este país sudamericano de más de 40 millones de habitantes y de donde expulsaron a las FARC después de una sangrienta guerra que dejó miles de muertos.
La región también da acceso a los océanos Atlántico y Pacífico con enormes recursos pesqueros.
Desde hace años la guerrilla busca retomar el control de la zona, pero no lo ha conseguido por la estrategia de los grupos paramilitares.
''El modelo de la negociación tiene que ser diferente a simplemente restarle fusiles a la guerra, vamos a sumarle azadones a la paz, a sumarle cosechas, vías y hospitales'', explicó el asesor político del BEC, Juan Rodrigo García.