Uribe intenta negociar con los 'paras'
Associated Press
BOGOTA
El gobierno del presidente Alvaro Uribe reconoció ayer
oficialmente que ha tenido reuniones con los paramilitares para explorar
caminos que conduzcan a
negociaciones de paz, entre los cuales se contempla el cese
de hostilidades por parte de esos grupos armados.
''Esos contactos existen, pero su desarrollo es confidencial.
El Presidente de la República se ha reservado, como tiene que ser,
en mi opinión, el derecho a
manejar todos estos procesos'', dijo anoche a la prensa el ministro
del Interior y Justicia, Fernando Londoño.
Agregó que ``lo que deben hacer todos los ciudadanos es
mantener viva la fe en que este y cualquier otro proceso de acercamiento,
tendiente a
garantizarnos a todos la seguridad y la tranquilidad, tenga
éxito''.
Un funcionario de la Oficina del Alto Comisionado de Paz, que
pidió no ser identificado, había confirmado en horas de la
mañana los contactos, pero no
quiso dar más detalles ya que existe orden de mantener
la confidencialidad sobre el contenido de los encuentros.
La influyente revista Semana y el semanario El Espectador coincidieron
en señalar en sus ediciones dominicales que los paramilitares estarían
dispuestos a
decretar un cese unilateral de hostilidades, requisito exigido
por Uribe para iniciar diálogos de paz.
Según Semana, el Alto Comisionado de Paz Luis Carlos Restrepo,
cinco obispos y los jefes paramilitares Carlos Castaño y Salvatore
Mancuso, llevan un mes
trabajando en secreto en un acuerdo que podría terminar
con la desmovilización de unos 8,000 miembros de las Autodefensas
Unidas de Colombia (AUC).
''Pese al absoluto hermetismo con que el gobierno ha manejado
este asunto, Semana conoció que en cuestión de días,
Carlos Castaño anunciará a los
colombianos un cese del fuego por dos meses'', dijo la revista
en el tema que ocupa su portada.
El Espectador indicó también en su tema de portada,
``que gracias a los auspicios de varios jerarcas de la Iglesia Católica,
y después de varias reuniones
con los principales líderes de las Autodefensas, la mayoría
de los comandantes de las AUC estarían decididos a aceptar este
paso trascendental, que
permitiría iniciar de inmediato un proceso de paz y negociación
política con el exigido cese de hostilidades''.
El presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Bogotá,
cardenal Pedro Rubiano, confirmó ayer la reunión de los cinco
obispos con los jefes de las
AUC.
Fueron ''los obispos de la región donde están [los
paramilitares]. Los han llamado y ellos no se pueden negar de ninguna manera
a facilitar'' esos
acercamientos, dijo Rubiano al Canal Caracol de televisión.
Explicó que espera que los ''señores de las Autodefensas puedan iniciar también un diálogo'' de paz, tras decretar un cese de hostilidades.
''Si las Autodefensas dan ese paso y los otros no lo dan o no
respetan ese paso, sería una masacre también de colombianos'',
advirtió Rubiano, al destacar
la importancia de que el cese del fuego no sea entorpecido por
las acciones de los grupos guerrilleros.
El ministro del Interior y Justicia, Fernando Londoño, no se refirió directamente a los contactos, pero sugirió la importancia de una eventual desmovilización.
''Todo el que tenga un fusil al hombro y quiera entregarlo, es alguien que le hace un aporte muy significativo a la paz de Colombia'', aseveró el ministro.
Si bien es temprano para hablar de un proceso de paz, un diálogo
con los paramilitares podría allanar el camino para eventuales negociaciones
con los
rebeldes, que siempre han demandado un combate frontal del Estado
contra las AUC.