MONTERÍA

El Obispo de Montería, monseñor Julio César Vidal Ortiz, se pronunció ayer ante los medios de comunicación de la ciudad sobre el atentado contra el líder paramilitar Carlos Castaño Gil el pasado viernes 16 de abril.

El facilitador de los diálogos de negociación entre el Gobierno y las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), expresó que aún no se ha comunicado con el resto de la Comisión de Paz, pero cree el proceso se verá directamente afectado hasta tanto no se conozca con precisión la realidad de los hechos.

"Ustedes saben que han sido unos hechos muy confusos. Eso sucedió en Urabá y ni las instituciones de allá tienen claridad realmente de qué fue lo que pasó.

Conozco la versión de la esposa que dice que fue un atentado de acuerdo a las declaraciones del escolta que está herido en Urabá, de manera que no sé nada, no tengo en absoluto conocimiento, porque no sé sino lo que ustedes han comunicado a través de la prensa y a través de la radio", dijo monseñor Vidal.

Recalcó además que la principal herramienta para que el proceso de negociación siga su curso, es la verdad.

"Ustedes saben que un Proceso de Paz para que triunfe tiene que basarse en la verdad de las cosas, y no cabe duda que esto va a replantear absolutamente todo porque tiene que descubrirse la verdad de las cosas, entonces hasta que no se aclare toda esa verdad me imagino que las cosas van a estar estancadas, porque no se puede continuar sobre cuestiones oscuras".

Los hechos que hoy tienen en expectativa a todo el país, suceden precisamente cuando se había dado significativos pasos dentro del Proceso de Paz, como la primera reunión en la mesa única de negociaciones y la participación de otros grupos armados de diferentes regiones del país.

Los colombianos se encuentran a la espera de que se tomen decisiones con respecto a lo que sigue al respecto de las conversaciones de las Auc con la Comisión de Paz del Gobierno.

El Obispo de Montería señaló también que tanto el Gobierno que preside Álvaro Uribe Vélez como la Iglesia Católica, pedirán que antes de dar cualquier paso, se tenga totalmente claro lo que ocurrió el viernes 16 de abril en una finca del Urabá antioqueño.

"Me da la impresión que el Gobierno va a pedir mucha claridad sobre eso y también nosotros de parte de la Iglesia. La Iglesia indudablemente estará pendiente en su papel de facilitadora de que estos acontecimientos se aclaren".

Monseñor Vidal Ortiz repudió los hechos de violencia que se han dado en los últimos días, pues su trascendencia nacional afecta de manera negativa el panorama de la paz.

"Yo soy el primero que siento en el alma hechos de éstos, porque no contribuyen a la paz del país. Cuando un proceso que ha sido difícil, pero que va caminado de una u otra manera, es interrumpido por hechos de esta naturaleza eso replantea todo y hace reflexionar indudablemente".

En sus declaraciones monseñor Julio Vidal, también se refirió a las funciones de los facilitadores de paz en estos momentos en que la incertidumbre se apodera de las personas involucradas en las negociaciones con las Auc.

"Nosotros los facilitadores nos movemos en un ambiente de claridad y verdad y cuando no encontramos ese ambiente, allí nosotros no tenemos nada que hacer porque lo que buscamos es contribuir a la paz de la país", dijo Vidal Ortiz.

El religioso expresó de igual forma, que no tiene conocimiento de ningún pronunciamiento por parte de la Comisión de Paz del Gobierno nacional, con respecto a los que sigue en el proceso.

Finalizó enviando un mensaje los organismos del Estado y a las propias Autodefensas, para que hagan una aclaración al país, de manera que todos conozcan cuál es la realidad de las cosas, para poder seguir construyendo la paz de Colombia.

Presunto escolta estaría en Montería

Un nuevo hecho se suma a las hipótesis que se tienen sobre la realidad del atentado contra Carlos Castaño en una finca del Urabá antioqueño.

Según informes extraoficiales, un presunto escolta de Carlos Castaño que estaba en el lugar del tiroteo, estaría recluido en algún centro asistencial de esta ciudad.

El nombre de esta persona es José Ramos Montes, quien al parecer quedó tendido en el suelo con un impacto de bala en la espalda.

Logró escapar con vida del lugar, porque los atacantes lo dieron por muerto.

No se conocen los detalles de su llegada a Montería, ni se sabe en qué lugar se encontraba desde el día en que recibió una de las balas que iban dirigidas al jefe político de las Auc.

Todo parece indicar que Ramos Montes fue intervenido quirúrgicamente en la capital cordobesa, pero se desconoce su estado actual.

Algunas hipótesis dicen que el sujeto permanecía bajo estricta vigilancia de las autoridades locales, mientras que ayer en horas de la tarde, se conoció un rumor según el cual había fallecido horas después de la operación.

Tanto los habitantes de Montería como los del resto del país, esperan conocer pronto los detalles que rodean estos hechos, que por estos días han generado la incertidumbre sobre la situación de orden público en todo el territorio colombiano.