Análisis de ADN señalaría si los restos son de Gardel
ALBERTO PEPE LEIRA
Agencia EFE
Montevideo --(EFE)-- La posibilidad de un análisis de ADN
para
determinar el origen del cantor de tangos Carlos Gardel y poner
fin a la
disputa por su nacionalidad, puede disiparse definitivamente
de confirmarse
que los restos sepultados en Buenos Aires no son los del famoso
``Zorzal
Criollo''.
La revelación de un largo secreto, hecha por el casi centenario
médico
colombiano Camilo Botero Marulanda, que fue quien identificó
el cadáver
en 1935, publicada por el semanario uruguayo Tiempos del Mundo,
pone
dudas sobre los restos que están sepultados en el cementerio
de La
Chacarita de Buenos Aires, y que son motivo de culto de los gardelianos.
Botero Marulanda ha informado por primera vez la forma en que
rebautizó
los cadáveres del accidente en el que murió Gardel.
Dijo que tenía la obligación de identificarlos como
Director de Urgencias
del hospital San Vicente de Paul, de la ciudad colombiana de
Medellín, a
cuya morgue fueron llevados los restos humanos calcinados, tras
el
incendio del avión de Saco el 24 de de junio de 1935,
en el cual perdió la
vida Gardel.
El semanario de Montevideo difunde las declaraciones que hizo
Botero
Marulanda al ciudadano argentino Hilario Deluchi, en un reportaje
para ser
publicado originalmente en un boletín de la colectividad
en Colombia, pero
que por su trascendencia traspasó las fronteras.
Según el médico de 94 años, él tenía
la obligación de identificar todos los
cadáveres que le llegaron del aeropuerto ``Olaya Herrera'',
de Medellín, a
la morgue.
``Los cadáveres estaban completamente calcinados. Eran
como palos de
escoba, cuando uno los toca se desbaratan. Yo no sabía
quién era Gardel,
pero uno de los sobrevivientes, un guitarrista del cantor, me
contó que
Gardel usaba zapatos con una especie de plumas'', dijo Botero.
Cuando encontró un cadáver que ``tenía algo
que se parecía a una pluma'',
dijo sin titubear: `` éste es Gardel, y punto''.
Agregó el médico que sus asistentes envolvieron
el cuerpo carbonizado y
lo marcaron como Carlos Gardel.
Botero Marulanda aseguró que no hubo ``ningún otro
tipo de proceso de
identificación distinto al de la plumita'', pues en aquellos
años no estaba
desarrollada la medicina forense y el estado de los cuerpos no
permitía
mayores indicios para su identificación''.
``Nadie intervenía en mis decisiones y los familiares de
las víctimas tenían
que aceptar mi identificación'', afirmó el médico
en el reportaje que publica
Tiempos del Mundo.
El médico guardó su secreto durante 63 años,
por lo que ahora aconseja un
examen de ADN, una técnica impensable cuando murió
Gardel.
Pero, para los uruguayos surge ahora un nuevo elemento que puede
enterrar la prueba definitiva de que Gardel, nacionalizado argentino,
es el
hijo de un amor prohibido del poderoso empresario teatral y militar
Carlos
Escayola, y que nació en Tacuarembó, a 380 kilómetros
al norte de
Montevideo, tal como lo determina el pasaporte recuperado por
las
autoridades colombianas en el accidente de aviación.
Hace un año la periodista radiofónica Ligia Almitrán
lanzó la idea de
promover un análisis de ADN a los restos reconocidos de
Gardel, a los de
Escayola y a los de todos sus familiares uruguayos sepultados
en
Tacuarembó, centro del país, para poner punto final
a la larga polémica
mítica sobre su origen intercambiada con investigadores
argentinos y
franceses.